sábado, 25 de septiembre de 2010

Extremadura, paso al frente

Llegaba yo de la facultad, de hacer un trabajo de Farmacología. Tenía hambre, más que un preso a base de pan y agua. Me disponía a poner otro programa más, el enésimo, de Sé lo que hicisteis, a través de la web. Abro Chrome - el browser de moda - y aparece elpaís.com, mi página principal. La segunda de las noticias me saltó inmediatamente a los ojos. Todo porque la palabra 'Extremadura' me salta a los ojos en cuanto la veo. Especialmente cuando estoy lejos de ella. Las demás palabras que acompañaban al nombre de mi tierra me pusieron en la jeta una sonrisa de oreja a oreja. Casi salto de la silla.

EXTREMADURA PROHIBE LOS TOROS EMBOLADOS O ENSOGADOS
http://www.publico.es/espana/338387/junta/extremadura/prohibe/toros/ensogados/embolados/maltrato/animal
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Extremadura/prohibe/toros/atados/embolados/elpepusoc/20100924elpepusoc_8/Tes
http://www.abc.es/20100924/cultura-toros/extremadura-toros-embolados-201009242026.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/24/espana/1285337295.html

Sin duda, un día grande, muy grande, para una Extremadura que, en su duro y largo camino por crecer y modernizarse, ha dado un paso más. Le pese a quien le pese, el ponerle bolas de fuego a un toro en los cuernos para pasar un buen rato es una cabronada de libro. Disfrutar a costa del sufrimiento de un animal es una cabronada de libro. Quedar ciego a un animal asustado por darle forma y color a una borrachera es una cabronada de libro. Y a otro perro con ese hueso de que se extingue el toro: han vivido milenios en libertad o, como las vacas, domesticados como ganado. No creo que vaya a cambiar la cosa por ello si realmente se desea seguir adelante con la existencia del maltrecho símbolo de España. De esto ya he hablado, de las sandeces y chorradas que han salido de boca - o del ano - de algún veterinario carca de que si los animales liberan endorfinas cuando se los maltratan (repito, según esa ley, el tal Jesucristo en el que creen miles de personas lo pasó de miedo cuando lo de la cruz).

Cuando se trata de una noticia que me toca de cerca (e.g. Extremadura), suelo leer los comentarios del fondo. Compruébenlo ustedes mismos: en 90% dan la enhorabuena a la Junta. Siempre hay a quien le parece que la medida es nociva o incluso criminal. Claro, se han quedado sin divertirse en plan cavernícola. Se ven movidos a avanzar, a progresar, a seguir escribiendo con letra cada vez más limpia la Historia. Otros dicen que es una pataleta extremeña ante el hecho de que el Parlamento Catalán haya prohibido los toros y luego dado luz verde a los festejos con toros como los Correbous porque no son para tanto. ¿Quién duda ya de que Cataluña hizo lo que hizo por politiqueo puro? Que oye, si todo lo que hacen para dar la nota es como esto, bienvenido sea. Pero, ¿iba una comunidad autónoma de las más españolitas a tirarse piedras a su propio tejado para joder a Montilla? No lo creo. Espero, eso sí, que al señor Vara le de por seguir avanzando en esta materia en la próxima legislatura. Porque yo lo votaré. Lo dudaba, pero hoy se ha ganado mi voto (por lo de los toros, y porque le doy a su gestión un 7 sobre 10). Prohibido prohibir, claro que sí. Pero un plan de desaparición de la 'Fiesta' (que yo más bien llamaría 'Fieshta') a 10 años vista... no vendría mal. Enga pa'lante, Ehtremaura!

martes, 7 de septiembre de 2010

Ocho de Septiembre


Extremadura es para mí el olor feliz de la infancia,
La limpieza inconfundible de una forma de hablar que me perteneció,
Y que de algún modo todavía me pertenece.

El susurro perdurable de una legión de antepasados que sobreviven en mí.
La hospitalidad antigua de la gente,
El color de los atardeceres inacabables del verano.

El recuerdo perdido de una patria perdida.
Extremadura es, para mí, el mundo.

Javier Cercas


Hoy son mías, y seguramente, de todos los extremeños, las palabras del poeta cacereño Javier Cercas. Extremadura, hoy estás lejos. Pero estás cerca. Y te echo de menos.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Dum vita est, spes est

Confieso que esta - últimos días del verano - es la época del año que más odio. El día empieza a acortarse: ya amanece cada vez más tarde, preparando ya las horas de oscuridad en las que pronto nos levantaremos para ir a trabajar o estudiar. Y atardece más temprano. La gente que vino, se ha ido. Los que se fueron, vuelven. Y pronto los que nos fuimos, volveremos. Vuelve el estrés. Vuelve el Corte Inglés con sus anuncios de libretas y uniformes. Se va el buen tiempo. Y con él tiene ganas de irse la alegría.

Mi situación, como la de otros tantos estudiantes que necesariamente tienen que emigrar para entrar por la puerta de la universidad, es particular. Tenemos dos vidas: una en casa, en la que ha sido nuestra casa toda la vida, donde están tus padres y tus hermanos. Tu familia y tus viejos colegas. Tu perro. Tu campo. Los edificios en los que has hecho (tu) historia. Las calles en las que jugabas de pequeño. La otra, nueva y atractiva, en la que es tu casa por un tiempo. El lugar de transición. Ese donde estarás cinco - equis - años, pero probablemente solo por cinco - equis - años. Una especie de laboratorio donde acabas de ensayar el cómo serás en el mañana, cuando ya, por fin, vueles solo. Así, como esquizofrénicos, vivimos una u otra según toque. No se si a vosotros - si estáis en la misma circunstancias - os pasa, pero cuando estáis viviendo una, os acordáis poco de la otra y viceversa. Quizás sea así como tiene que ser, eso del carpe diem no es mala idea. Sin embargo, para mi hay diferencias severas entre esas dos vidas. La antigua es ahora constante. Estable. A veces demasiado rutinaria. Sabes que todo está bien o está mal, y que seguirá bien o mal por un tiempo muy largo. Te puedes ir a la cama sabiendo lo que pasará mañana o pasado mañana. Es, lo que se dice, una vida tranquila - que no aburrida. Es una vida que necesito, al menos un rato al año. La nueva es cardinal. Inestable. Un día eres completamente feliz, pero siempre hay alguien que te jode el día, y al siguiente eres infeliz. Pero siempre hay alguien que te lo alegra, o encuentras una forma de seguir caminando tu mismo. Y vuelves a estar alegre. Es como una montaña rusa: peligrosa pero excitante. Te quita el sueño, pero te enseña a caminar. La transición de vida a vida es como eso del binomio equinoccio - solsticio, completamente diferente. Bajarse de una montaña rusa siempre es fácil, y más sabiendo que después irás a comer chuches a algún puesto. Igualmente, coger las vacaciones de verano (transición inestable -> estable) es pan comido. Pero al subirse... está ese cosquilleo, mezcla de miedo y atrevimiento. Ya estás atado, y no puedes moverte. Va a empezar el viaje, y nada puedes hacer para pararlo: físicamente se podría viajar al futuro, pero nunca al pasado. Es hora de cargar con la cruz.

Hay años y años. Y este que empiezo ahora, por razones que no voy a contar - quien quiera cotilleo que se ponga Telecirco - no va a ser fácil para mi. O al menos, buena pinta no tiene. Ni en lo académico ni en lo personal. Y, qué queréis que os diga, tengo miedo. Siempre he tenido miedo a los cambios (recuérdese que hago ahora el switch estable -> inestable), y mucha falta de arrojo para asumirlos. Suma a eso el que siempre he sido un poco atípico, el que me ha importado una leche lo que hagan los demás y lo que se lleve y lo que no. Cóctel explosivo. Todo dificultades. Con este fantástico panorama, cualquiera se hubiera echado a una esquina, se hubiera puesto en posición fetal y se hubiera dado la panzada de llorar. Pero eso ya lo hice en su tiempo - cuando las cosas todavía eran quince mil veces peores, valoro lo que tengo - y me dio resultados patéticos. Desastrosos. Tuve que pedir ayuda, y me ayudaron. Es hora de aplicar lo que me enseñaron, y de enseñaros a vosotros lo que aprendí.

No tengáis miedo a modificar vuestra vida. Si una cosa va mal, seguirá yendo mal probablemente si no haces nada por darle la vuelta a la tortilla. ¿Que tienes miedo? Es bueno tenerlo. Siempre que se acompañe de valor. Ser valiente no excluye tener miedo, pero sí rendirse ante él. Este verano, cierto día, tuve que hacer algo de lo que dependía cierta parte de mi vida. Un click de ratón, y todo cambiará. Para bien o para mal, ahí está el riesgo. Ese día me sentí como si tuviera la bomba H entre las manos, cuando solo tenía un ratoncillo negro en el que pone Microsoft. Pero tragué saliva e hice el click. Y alea jacta est. Espero que me salga bien la jugada. Si sale mal, por lo menos lo he intentado, ¿no? Espero que haber cambiado el 'Y si...' por el 'qué es lo peor que podría pasar' no me pase mucha factura.

No seáis conformistas. Eso de mas vale malo conocido es para perdedores. Lo bueno por conocer es bueno, aunque tengas que esperar un tiempo a conocerlo. You know, es mejor que lo malo. Y por regla general, cambiar de una cosa a otra requiere un tiempo en el limbo entre ambas. No seáis negativos. Ir pensando que una cosa no va a salir bien te empujará a no hacer nada por que salga bien. El resultado: no saldrá bien. Quita de tu mente frases como 'lo he hecho fatal' y pon otras como 'mañana lo haré mejor'. Sed buenos. Aplicad la regla áurea. Pero no os dejéis tomar por el pito del sereno. No permitáis que otros se aprovechen en ningún aspecto de vosotros. Haced valer vuestros 'no' cuando 'no' sea 'no' por mucho que tu interlocutor quiera que sea 'sí'. No os dejéis manejar ni pisotear: si alguien se propasa contigo, mándale a tomar el fresco. Sed libres. Y tened en cuenta una cosa: no podemos caerle bien a todo el mundo.

Reíros y haced reír. Solos o acompañados. Alarga la vida, dicen. Qué mejor que un chiste para romper una situación tensa. Qué mejor que la risa para enfrentarse a una situación que nos produce llanto. Libera dopamina en los circuitos de recompensa. Libera endorfinas. Si no tienes con quien reír un día concreto, haz lo que yo: ponte una buena serie de humor. Y ríete. Eso sí: no os riáis de nadie, es de cabrones. Si os tenéis que reír de alguien, que sea de vosotros mismos. No hay nada como reírse de los defectos propios, sube tu autoestima.

Dad por perdido lo que se ha perdido. Decid adiós a quien se ha ido para no volver. Darle muchas vueltas a las cosas marea. Caminar en círculos no es caminar hacia delante. Y luchad. Pelearos a matar por vuestros intereses (no literalmente, cuidado). Levántate cada día con ganas de comerte el mundo, con la idea de que vas a cambiar tu situación si es mala. Imagínate como un soldado medieval. La esperanza es tu caballo, la espada es tu empeño, ten un bonito escudo para protegerte del qué dirán. Y así, no habrá dragón que se os ponga en el camino.

Y aún así, tengo miedo. Se que es rara la alusión religiosa en mí, pero no hay mejor forma de alegorizar esto: veo la cruz. Tengo que cargar con ella. No se si hay cireneos para ayudarme. Ni siquiera se si podré levantarme de mis caídas. Pero como hiciese aquel hombre - siempre que lo que nos cuente la Biblia sea verdad y que de verdad existiese - voy a cogerla. Voy a cargar con ella. Voy a arriesgar. No se si acabaré en el Calvario o en el Jardín del Edén. No se si me pondrán otro poste para que pese más, o si al rozar con el suelo irán saltando astillas y se hará más liviana. No se si encontraré en el camino judíos que me apedreen o alguien que me de agua y me limpie el sudor. Es un misterio lo que hay más allá del Domingo. Pero voy a cogerla, sí. Tengo miedo, pero siempre me han dicho que soy muy valiente y que los tengo bien puestos. Lo prometo. Y espero que en una situación así, sigáis mi humilde consejo. Y hagáis lo mismo que yo.

Ya saben. Donde hay vida, hay esperanza.

PD: Bonita forma de joder una entrada así. Durante los últimos 10 días, desde que publiqué la anterior entrada (malditos 20 segundos) este blog ha sido visitado por más de 150 personas que querían saber si era Malena Alterio la que salía del excusado en el anuncio del laxante 'Fave de Fuca'. Todo porque San Google vio unas cuantas palabras juntas e interpretó que aquí estaba la respuesta. Pues bien. Parece ser que no es. Si el anuncio original plantea sus dudas... estos minutos de 'making of' las resuelven casi por completo (atención al minuto 1:00). Así, por lo menos, el que venga por lo del fave se queda a gusto.