Es un día como otro cualquiera. Te levantas y
caminas, en línea recta, hacia delante aunque a veces las cosas se tuerzan. Por
la noche sabes que volverás a dormir, y que mañana repetirás el ritual. Pero un
día, lo hayas visto venir o no, el paisaje cambia. O el camino se divide en
dos, tres o mil veredas diferentes. Tus esquemas se caen, el equilibrio se ha
roto. Toca reestructurar tu ritual, hacerte un nuevo esquema, establecer un
nuevo equilibrio con las condiciones recién introducidas. Estás en una
encrucijada, y debes resolverla antes de que ella te resuelva a ti.
Hoy toca bajarse de las nubes y poner los
pies en la tierra otra vez, después de cuatro días de rabiosa alegría en los
que se ha celebrado – o escenificado – la graduación de la promoción 2007 –
2012 de la Facultad de Farmacia de Salamanca. La que ha sido mi casa durante
estos últimos cinco años. La ceremonia ha dejado momentos que me han llenado de
vida: instantes de protocolo que te hacen sentir adulto, momentos alegres que
hacen que tus manos duelan de tanto aplaudir, y momentos emotivos, algunos de
los cuales he tenido el orgullo y el honor de propiciar con mi participación en
la elaboración del álbum de fotos ya tradicional en estos eventos. Momentos que
he experimentado al lado de mi familia, pero también en la inestimable compañía
de mis compañeros de clase, pero especialmente de los que durante estos años,
especialmente en el último periodo, han sido y serán, si ellos quieren, mis
amigos, algunos compañeros y otros, como las geniales Carmen y Marta, procedentes
de otras esferas (habéis infundido en mí confianza para creer que puedo hacer
amigos fuera del trabajo). Ese día todos mis mundos se alinearon, el de San
Vicente y el de Salamanca, para darme lo mejor de sí mismos. En mi memoria y en
mi corazón permanecerán para siempre, como nos cantó mi estimada agente pollo (Andrea)
al final del acto, los instantes que he vivido con ellos, unos mejores y otros
peores. Las innumerables guarradas que soltaba con Luz y Adolfo, el calor que
da Lucía, la sonrisa de Bárbara, la inocencia de un Carlos, la solidez de otro,
la profesionalidad y cercanía de Ana, los sueños de Andrés, la libertad de Álvaro,
la madurez de Lisa, el desparpajo de Alba Sofía, la alegría de Irene, los
Debates sobre el Estado de la Nación con Germán y Sara, la profunda admiración
que me despierta Fernando… Y podría estar así todo el día, formando frases para
la Historia con nombres como el de Noemí, Tabea, Celia, Silvia, Roberto,
Alfredo, Teresa, Ana, Alberto, Howard o Joaquín.
Mi vida, ahora mismo, depende de un bombo, de
un número, de un instante al azar. Decía que escenificamos ayer ese fin de
carrera porque la carrera no ha llegado a su fin. Faltan las prácticas, que por
desgracia pondrán tierra entre nosotros. Será la primera bifurcación, el primer
crucero con el que me tope en mi futuro inmediato, y espero que, allá donde
vaya, pueda seguir adelante, conociendo a nuevas personas iguales o mejores que
las que me llevo en el bolsillo después de este lustroso lustro, encontrando
amistad y, quién sabe, amor. En Julio volveremos a vernos, seguro que antes
también, para poner, entonces sí, punto y final a nuestro andar por la USAL. Y
después seguirá la vida, con nuevas bifurcaciones, con la necesidad de tomar decisiones
todavía más retorcidas, con ilusiones. Y sin duda, con gente como vosotros al
lado, no será difícil adentrarse en nuevas rutas y establecer un equilibrio que
satisfaga la ecuación de cada uno. Ahora mismo la ilusión habita en mí, trata
de conquistar la parte de mi alma que ahora mismo ocupa el miedo, y quizás su
lucha sea posible gracias a vosotros, que habéis erradicado de mi interior
viejos miedos y complejos. Por desgracia sois mi pasado, pero, si queréis,
tendréis un lugar de honor en mi futuro.
Mi más sentido homenaje a mi familia, mis
amigos, mi pueblo y Salamanca. Por haberse quedado con un pedacito de mí. Por
haber dejado en mí un pedacito vuestro. Enhorabuena… y hasta pronto.
2 comentarios:
Precioso y emotivo, como siempre. Gracias por la mención, y yo espero sí ser una de las que tengan un lugar en tu futuro. Tú también has sido un apoyo muy importante para mí durante estos últimos dos o tres años. De hecho, cruzo los dedos para que ese dichoso bombo nos dé la oportunidad de posponer un poco más la separación.
Te deseo mucha suerte en todo lo que emprendas y espero que, como dices, el camino que escojas te traiga nuevas amistades y amor. Nos veremos muy pronto, pero antes, me gustaría terminar este comentario con una cita de una canción, como es habitual en mí:
"No farewell can be the last one
If you long to meet again"
(Ninguna despedida es la última si deseáis veros de nuevo)
Un abrazo.
Gracias Marta, seguirás formando parte de mi futuro, de hecho el día 1 nos volvemos a ver, y después en abril, y en julio, y cuando haga falta!!! a ver dónde acabo, si me es posible podéis visitar!!
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