domingo, 31 de enero de 2010

Para... ¡normal!

Llevaba un par de días buscando sobre qué escribir, y una mancha en el suelo me dio la idea. Hace unos días, viniendo a un restaurante de una pedanía situada en la esquinita donde funden Cáceres, Badajoz y Portugal, en plena noche veo, al hacer stop, algo blanco y brillante en la isleta de un cruce muy tortuoso. Pregunto y me dicen que esa mancha es una cruz tan bien hecha que ni con una regla hubiera quedado mejor. Las cercanías de un santuario mariano muy visitado me hacen preguntar que para qué sirve el simbolito de marras, y me cuentan que no es el único que se ha visto en los últimos días, y que todos ellos están en cruces cercanos, todos ellos en la frontera entre España y Portugal. Nada relacionado con via crucis, ni vírgenes ni santos, sino con todo lo contrario: muchos han visto a una señora poniendo velas en torno a esa cruz, matando pollos para verter su sangre al medio, y rompiendo fotos para echar los pedacitos en el siniestro esquema. Para más guasa, en uno de los arcenes se encuentra una casa muy vieja, sin tejado, comida de dentro a fuera por las zarzas. ‘Esa es ‘la casa del miedo’, siempre se ha dicho que aparece un fantasma ahí’. El coche avanza, y para poner la última nota de mal rollo, cruzamos el santuario que he mencionado, iluminado por la luz y coronado por una cruz enorme, también iluminada, muy brillante al estar pintada con el mismo material que las líneas de guía de las carreteras.

Tal que se va para casa uno pensando: ‘Hay que ver cómo es la gente…’. Estaremos en pleno siglo XXI (frase muy manida ya…), pero todavía hay quien trae al presente las antiguas reuniones de mujeres en lo más profundo de los bosques para tratar con las más alucinógenas plantas y setas, y hacer brebajes que, por entonces, pretendían hacer pasar por ‘productos del demonio’ cuando no eran más que ‘productos farmacéuticos con efectos un tanto atípicos’. ¿Ven ya por dónde voy? Algo que parecía ‘sobrenatural’ tiene una explicación clara. ¿Qué esa seta roja con puntitos blancos te ha hecho ver de todo? No culpes al aquelarre, culpa al muscimol. Y esto es sólo un ejemplo de cómo explicar un fenómeno ‘sobrenatural’, o dicho por los expertos en materia, ‘paranormal’. No sé con qué fin, pero muchos hay que quieren venderle la moto – y el concesionario entero – al personal. ¿Cachondeo? ¿Lucro? En la mayoría de los casos, ambos.

Un caso que me hace mucha gracia – ahora, cuando eres pequeño no te hace ninguna – es el asunto de los ‘OVNI’. Te viene un señor o señora, en el 99% de los casos con unas pintas de lo más raras y unas costumbres poso usuales (¿Recuerdan a Carlos Jesús?) y te dice que ha visto tres luces por encima de un pinar una noche, que bajaron hasta él, que se abrieron para dejar al descubierto a un ser cabezoncete con brazos de escuchimizado, manos picassianas y textura de flubber. Te dice que lo cogieron, lo introdujeron en el artefacto y le empezaron a meter cosas por atrás (…). Y que le han puesto una sonda para anunciarle vía satélite el día del fin del mundo. Va un imbestigador (con mb), le da crédito, y ya tenemos una nueva ‘prueba’ de que existe el más allá. No sé si esta gente pretende embaucar a los gobiernos y sus fuerzas de seguridad por algo en concreto, o bien forrarse en programas tipo Oprah’s show o El diario de Patricia (o Sálvame, que esos sacan ya lo que sea); pero lo que sí está claro es que no deben tener mucha razón. Sí, el universo es muy grande y tal, y es muy probable – dicen que se demostrará en 10 años – que no sea este el único planeta con vida, inteligente o no. Pero que dos civilizaciones se pongan en contacto es improbable, y en una línea muy general lo dicen las matemáticas: el universo es infinito y nuestro planeta es sólo un punto dentro de él. La posibilidad de que un bichito de un punto encuentre otro punto (1) en el universo (infinito) es 1/oo, esto es, 0. Que pudiera ser oiga, pero que hay como que demasiados casos como para pensar que esto es ya una lotería. Yo diría que en la mayoría de los casos puede echársele la culpa al muscimol (o a cualquier alucinógeno…). Arriba, en la foto, uno de los casos de fraude OVNI más sonados en el mundo: el caso Ummo. El objeto de la foto, un plato con un dibujito sostenido con una cuerda, tuvo entretenidos por un tiempo a todos los UFOfans de España y Francia durante los 60 y 70.

Otra buena es la futurología. Vale, teóricamente se puede viajar en el tiempo sola y exclusivamente hacia el futuro (tú viaja a velocidades superiores a la de la luz, que la teoría de la relatividad de Einstein hace el resto), pero no creo yo que estas (y estos) horteras de pelo cardado, frutas en la mesa y velas blancas y negras sean capaces de alcanzar velocidades mayores a la de cualquier ancianito chocho con andador. Y aun así, en esos subcanales de televisión que abundan en todos lados, entre teta y teta nocturna te ponen a una señora con pinta de buena gente a hacer con que te dice lo que te va a pasar. ¡Y te dicen los que llaman que acierta! ¿Cómo lo hacen? Pues eso también tiene su explicación científica: tras batirte a preguntas sobre tu vida personal, o te sueltan algo obvio, o que tenga una probabilidad muy alta de pasar. Ejemplo:

- Pues a mi marido le dio un infarto la semana otra, y… mire usté… es que sigue en el hospital y que ni patrás ni palante oiga…
- Ay… señora… pues esta carta de aquí a la izquierda me dice que se tiene que cuidá el su marío. Que como no se cuíe se muere eh…


Vamos, que a la vidente de turno no le hacen falta los seis años de medicina. Pero tampoco me hacen falta a mí ni a nadie con dos dedos de frente para saber que cualquier persona con factores de riesgo y que inicialmente salga para adelante tiene dos opciones: o se cuida, o empeora. Y así con todos. ¡Horóscopo incluido! Según esto, existirían doce patrones de comportamiento. Doce tipos de persona. Todos los que nacimos bajo cáncer tenemos que ser hogareños, familiares, gustarnos la luna y estar perfectamente de salud en lo referente a senos, matriz y útero. Y a todos nos pasa lo mismo: todos tenemos malas semanas a la vez, nos encontramos dinero en la calle cuando nos lo dice el astrólogo de turno, y rompemos o hacemos parejas en manada. Los horóscopos se caen por su propio peso. De nuevo tiran de lo obvio: a algún cáncer (o leo, virgo, etc) le aciertan, a otros no. Y siempre te acabará acertando alguna vez. Y todos contentos.
Usun Yoon (El intermedio, LaSexta) demuestra de forma sencilla que la vidente de Adivina TV no sabría responder ni qué se va a poner mañana. En concreto, le cuelan la bancarrota de un tal 'Banco de Totana'

Y sobre el mundo del más allá, bien se puede decir que tiene cosas del más acá. Fraudes a gran escala como las apariciones marianas mensualmente puntuales del Escorial siguen sacando el dinero a personas con una fe demasiado ciega que necesitan una ayuda más humana que sobrenatural para solucionar sus problemas. Y es que, con esto de las apariciones de vírgenes, cristos y santos, siempre les toca a los mismos, a las personas que se agarran a un clavo ardiendo para resolver causas que en muchos casos son perdidas. Y gente con más mala leche que corazón se aprovecha de ellos y, aún desenmascardos, niegan la evidencia. Y para muestra, este reportaje de antena 3 que descubrió a una señora que aceptaba ‘donativos’ millonarios a cambio de dejar ver a la Virgen y a Jesús, que se aparecían en ese orden con periodicidad mensual. La verdad daba risa: una mujer con una túnica y una lámpara roja para la virgen y verde para el cristo se escondía entre los árboles y daba unas cuantas vueltas. Cuando salieron las cámaras a correr tras ella, se pisó el capisayo, y quedaron al descubierto sus pololos y sus estafas.

Fraude de la Virgen de la Bola. En el primer video, las apariciones en cuestión. Primero, en rojo, la virgen; después, en verde, el cristo. Las pobres personas estafadas creen a pies juntillas que están ante los representantes máximos de la religión cristiana. En el segundo, los periodistas revelan la humana identidad de la aparición. Como dato curioso, mencionan que la aparición se da a las 5 de la mañana (¿Será que Jesús iba de after hours?)

Otro, arreligioso en este caso, es el de las Caras de Bélmez, el internacionalmente conocido como el fenómeno paranormal más importante del siglo XX, resultó ser, según varios investigadores, obra humana creada con compuestos químicos que dejaban marca en el cemento. Fraudes aparte, sobre el mundo de los muertos sabemos poco o nada, al menos por ahora (nada tenemos más seguro que el hecho de que algún día lo conoceremos). Poco ha sido, pues, lo que la ciencia ha demostrado al respecto. Más que afirmar la existencia de fantasmas, sólo podemos limitarnos a dudar. Y a destapar todos los fraudes que se pueda. ¿Hay algo? ¿Hay alguien en determinados sitios? No podemos afirmarlo – puede ser un fraude – pero si no se encuentra causa, tampoco desmentir. Pero repito, tampoco afirmar.

Lo paranormal siempre ha estado ahí. Quizás desde que los primeros seres humanos veían a sus fallecidos en sueños, sin saber qué era exactamente soñar. Un sinfín de acontecimientos, que hoy conocemos como leyendas, dan un toque adicional a parajes y lugares de por sí característicos. Y, aun sabiendo que en su mayoría – por no decir todas – tienen explicación, siempre te acaba gustando que un lugar tenga su historia, aunque esta sea negra. ¿Quién no asocia Galicia con un pasado rico en leyendas como la de la Santa Compaña? Y ello, aunque nada de eso fuera verdad, le añade una magia y un encanto muy llamativos.
Reconstrucción de hechos relacionados con la leyenda gallega de la Santa Compaña, de fundamento cristiano, basada en la existencia de una siniestra comitiva que ronda de madrugada las casas de aquellos que van a morir. El autor es Jorge Blass, del programa 'Cuarto Milenio' (Cuatroº). Por lo bien hecho que está, el video no tiene desperdicio.

Lo que no es tolerable es que, en los tiempos que corren, nos hagan pasar por ciertas algunas cosas que son mentira. Los más viles, al tener claras víctimas, la videncia barata y los timos religiosos a gran escala, que se aprovechan de personas que necesitan más bien apoyo, calor y psicología. Quizás, ante cualquiera de estos ‘fenómenos paranormales’ deberíamos dudar, sí, pero siempre teniendo en cuenta que, en la mayoría de los casos, el asunto es más normal de lo que parece.

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