sábado, 25 de diciembre de 2010

Cómo escribir 2011

31 de Diciembre de 2010. Alguien*. En algún lugar.

-          ¿Tenéis ya las doce uvas? Pélalas, que todos los años acabas escupiendo algún hollejo a la cara de Ramón García, y luego me toca limpiarlo a mí.

-          Sí, claro – dijo, mientras pensaba que Ramón García ya ni siquiera daba las campanadas.

¿Dónde están ya los noventa? El pensamiento llegó a su mente mientras miraba a algún punto inexistente entre sus ojos y el plato de uvas. Con nostalgia. Bendita infancia, cuando te lo creías todo y cuando la navidad se escribía Navidad y no navidad. Y es que esa noche empezaba una nueva década, la segunda que no llevaría ya el sello de los años que abarcaron su infancia.

-          Con esa cara de gilipollas no encuentras pareja en tu puta vida, criatura – dijo el tío de turno que sólo ve dos veces por año.

Gracias a esas palabras dejó de mirar a ese indeterminado punto entre cara y uvas y levantó la cabeza. Sin ganas sonrió al emisor del mensaje, y para hacer con que hacía algo más útil que lo que hasta el momento estaba haciendo (dar sombra) se puso a pelar las uvas.

-          ¡Quedan ya diez minutos! ¡Qué nervios, ya viene un año nuevo, qué emoción! – Exclama la Igartiburu medio desnuda en una terraza de Madrid a casi bajo cero – Les vamos a explicar cómo funciona el sistema, no sea que se dejen alguna uva por comer, como cuando Marisa Naranjo

Qué nervios, dice… Si esto lo tengo más visto que a la puñetera Esteban, ‘mentiendes?’. Su sistema neuronal, de todas maneras, le recordó a traición que primero sonaba el carillón. Después un gilipollas – o dos – enredará con el láser, apuntando a la esfera del reloj de la Puerta del Sol. Después cuatro cuartos (¡ding-dong!) que nadie sabe para qué sirven. Y finalmente, las doce campanadas, a uva por campanada y con tres segundos de diferencia entre una y otra, para masticar. ‘Qué cutre, qué asco todo’, pensó mientras su científica mente le decía que el reloj está diseñado para ponerse a sonar justo cuando dan las doce. ‘Todos pensando que con la última uva empieza el año… y resulta que con la primera campanita del carillón ya estamos en 2011… y los gilipollas felicitando el año cuando ya pasa minuto y medio de que entró, menudos retrasados…’. Según soltaba media risita sabihonda escribió con un bolígrafo que tenía a mano el número en el mantel.

‘¿Quién me hubiera dicho cuando me creía todo esto que llegaría a este punto? Por favor… dos-mil-once…’ Y fue lo último nostálgico que se le pasó por la mollera. No le gustaba la nostalgia, era un sentimiento demasiado fuerte, se ponía triste con ello. Y su 2010 no había sido malo, así es que se puso a pensar en él. Pero la tele insistió

-          Bueno, bueno, bueno… ¡cinco minutos! ¿Qué te parece, José (Mota), si repetimos el proceso de transición al año nuevo, para que no nos quedemos con uvas en el plato?

‘Hija de puta, me vas a comer to’l…’ Volvió a caer en lo más profundo de sus pensamientos mientras automáticamente pelaba la octava uva, en medio de una envolvente cacofonía que nada tenía que ver con su persona. In fact, había sido un año importante en su vida. Había aprendido a ser independiente, a decir lo que pensaba a los demás. Ya no se dejaba ningunear ni maltratar por nadie, un día plantó cara a su némesis y, desde entonces, le cogió el gusto a defenderse. Hizo nuevos colegas, a la par que sacó un par de manzanas podridas de su cesto de amigos. Otras manzanas saltaron solas del cesto y siguieron su camino a otros fruteros.

-          Las uvas que entran por las que van saliendo – grita, muy oportuno, José Mota intentando hacer la misma gracia de siempre

En su vida laboral le iba bien, pero avecinaba cambios. Pronto tendría que dar el salto definitivo, saltar al mundo profesional, tomar una responsabilidad seria. Establecerse. Hacerle caso al tío y buscar pareja (comenzaba a desearlo). Coger la vida por los cuernos y dominarla a voluntad. Ser libre. Ver mundo. Cumplir con todo aquello que había prometido.

-          Dos minutos para la nueva década, llevan ya la ropa interior roja y han puesto la alianza en la copa, ¿verdad? espeta la Igartiburu con una copa de cava a la altura del canalillo

‘¡No me presiones, guarra!’, dijo en voz bajita mientras pelaba la última uva, si bien nadie le escuchó, por la emoción del momento. Ya quedaba poco. Para las 12 y para todo lo que llevaba esperando y planeando. ‘¿Y si se me atraganta? ¿Y si lleva algún tropezón? ¿Y si la uva no está buena? ¿Y si me pierdo contando? ¿Y si nada sale bien?’

-          Y aquí llegan… ¡LOS CUARTOS!

Estaba hasta la glándula pineal del ‘¿Y si…?. Acojona cantidad. Lo aborrece. Salió otra vez del coma y miró a su alrededor. Nervios, sonrisas, emoción… por una gilipollez. Le entraron unas ganas locas de ser parte de esa gilipollez. De dejar el ¿Y si…? en 2010, anclado. Una fuerza sobrenatural invadió su cuerpo, y comió la primera uva. Al ritmo, sin precipitación. Y vino la segunda. La tercera. ‘Pues vamos bien, oye’, pensó mientras miraba con furia aquel reloj. La cuarta. La quinta. La sexta. Décima de segundo después, se le escurre la séptima del plato. ‘¡Joder!’. El ¿Y si…? vuelve a su cabeza. Echa la mano para adelante y entre séptima y octava campanada se come la uva fugitiva. Octava, sin problemas. El ‘¿Y si…?’ deja para siempre su cabeza, anclado en el 2010. Novena uva. Traga rápido. No se atraganta. Hay alguna pepita, pero la estalla con los dientes y la traga igual. Décima. La gente a su alrededor comienza a sonrreir (como pueden). Undécima. Se acabó 2010. Duodécima.

-          Feliz… ¡DOS MIL ONCE! – Grita con pseudoelegancia Anne, arrecida de frío.

Lo consiguió. Se le escapó una uva. Había pepitas de por medio. Obstáculos. Pero lo consiguió. Se esforzó y lo consiguió. Felicitó el año algo más sonriente y dejó el plato en la mesa. Al lado, el mismo número que mostraba la tele, en color verde puticlub, sobre el reloj de la Casa de Correos, con una bola brillante que subía para arriba, hasta otro año. Entonces supo cuál era la forma en la que escribiría su 2011



Optimismo, su nueva norma. Sería un año difícil. Planes que empezó y que tiene que cumplir. Más manzanas podridas que sacar del cesto. Una manzana de oro que empezar a buscar. Una era laboral que concluir con alegría y esfuerzo, y ojalá con éxito. Muchas pepitas con las que no atragantarse. Pero sabía que lo intentaría. Lo de juntar las manos y pedir lo dejó a los cristianos. Lucharía por sus sueños, por ponerle al 2011 una sonrisa. Y al 2012, y al 2013, y al 2014, y a todos. A sacarle el lado bueno a todo, aunque no lo tuviera. A superar las más terribles desgracias. A ayudar a otros a superar las más terribles desgracias. A recuperar la ilusión. A mantener esa parte de la infancia que nunca nos deja. Y mientras agarraba la consola y se ponía a jugar al Zelda en el papel de Link, sonrió. Porque sabía que, cuanto menos, lo haría.  

Lucharía (luchará) por ser feliz.               

*Aunque lleva algunas pinceladas sobre mí, el personaje es un personaje. Puedo o no ser yo. Puedes o no ser tú. Omítanse las interpretaciones innecesarias, por favor. Feliz año!

sábado, 4 de diciembre de 2010

Queridos Reyes Magos...

...Seguro que no sabíais de mí desde hace mucho tiempo. No se si desde que perdí la inocencia o desde que me aparté de la Iglesia fundada por el chaval al que no tuvisteis otra cosa mejor que llevar que oro, incienso y mirra (cutres). O eso, o desde que me enteré de que no existís. Y es que no me gusta la gente vaga (trabajar un día al año y encima de mentira, es criminal, compañeros, ni los controladores aéreos...). O desde que he crecido. Como todos los mocosetes, os escribía cartas llenas de ñoñeces... y de nombres de juguetes, claro. Y me pasaba todas las putas fiestas esperando que llegara el día seis de enero, le dierais al camello la leche que os dejaba debajo del árbol, para que me dejaseis los regalos y os largarais hasta otro año. Jugaba con ellos un rato, los mandaba a tomar por saco... y hasta el siguiente 25 de diciembre, fun-fun-fun. Ahora que se que sois el fruto de alguna fumada mente de finales de la Edad Antigua, las fiestas que se aproximan me dan asco, me saben a nostalgia, de la que duele. Ahora entiendo eso del espíritu navideño: esperar hasta que vengan los reyes, después mueren las navidades y su espíritu. Sois consumismo. Sois mentira. Y para rematar lo único que me venís trayendo estos años son exámenes. Y apuntes para que estudie. ¿Tan mal me he portado? ¿No os valía con unas cuantas lascas de carbón?

Pues resulta que he crecido, vaya. Y que esa es una de las razones por las que he desaparecido de vuestra lista, imagino. Y es que perdí la fe en muchas cosas, sobre todo en ilusiones de críos. Perdí la fe en Cristo, la Virgen, la Paloma, el Omnipotente y toda la cohorte de santos, santas, monjas, monjes, benditos, benditas, beatos, beatas y mártires de la que se rodean. Esos de los que fui tan seguidor cuando era un criajo. Cuando creía en vosotros. Cuando me la metieron doblada. Cuando me engañaron como a un guiri en Chipiona. Perdí la fe en el Ratoncito Pérez. Perdí la fe en que mis padres lo podían todo. Perdí la fe en jugar. Perdí la inocencia, en resumidas cuentas. Ahora digo lo que los del mediamarkt: ya no soy tonto. Y aún así, quiero que me conozcáis mejor. Para que os deis cuenta de cómo es un niño cuando crece, de lo que os tiene que decir. Y aunque os pese (60 kilos), me voy a sentar encima de vuestras rodillas, que creo que tenemos que hablar.

Aun faltando más de tres semanas para las uvas, y aún a riesgo de hacer el gilipollas, voy a decir que este ha sido un buen año para mi. Uno de esos que entran directamente en el top five de los mejores años de la vida.  He conocido gente nueva, afianzado lazos con los que ya conocía, deshecho relaciones con individuos por los que siento indiferencia (nunca odio, es un sentimiento y como tal no merece enfocarlo a alguien que no vale la pena), he aprendido a respetarme, a respetar y a darme a respetar... Y he superado con toda garantía los daños y los errores del pasado. Y no se piensen ustedes, mis barbudos amigos, que uno es perfecto / le va perfectamente. Porque tengo mis defectos y mi vida tiene agujeros, como cualquiera y como la de cualquiera. Y os prometo luchar por cambiar unos y tapar los otros (los agujeros, digo), a ver si así veis que me porto bien y para el que viene la carga de exámenes no es tan penosa. En mi familia todo va mas o menos bien (y que dure). En lo académico, todo estupendo. Os pediría que lo dejaseis todo así. Bueno, que mejoraseis todavía más la situación. Pero prefiero no hacerlo, me es más divertido luchar por mis intereses por mí mismo que juntar las manos o pedírselo a los reyes. Y si me caigo, ya me levantaré yo solito, gracias.

Pero como pedir es gratis, y como ya he dejado claro que por mí lucho yo... voy a pedir por los demás... y por algunas otras cosillas. Vamos a empezar por las fiestas que se nos aproximan. Primero que nada, ponerle un bozal a Ramón García. Que si puede ser, no lo veamos por televisión dando las campanadas, que los 90 - por desgracia en cierto modo - ya quedaron muy atrás. Y sé que lo ha sacado un año más, pero os pediría por favor que mis retinas no tuvieran que soportar la horrorosa visión del calendario de Ana Rosa Quintana otra vez. Y que el día de la lotería - que como todos los años, no me va a tocar - se produzca un corte de luz general y que los que la ganen no nos lo echen en cara al resto. Y que el rey pronuncie bien o, en su defecto, que haya un segundo apagón a las 21,00 la noche del veinticuatro. Que Juan y Medio vaya a tocarle los huevos con las bromas manidas y petardas a Rita la Cantaora. Y por lo que más queráis... ¡que la puñetera Esteban no nos de la brasa con las campanadas, por favor! Todo esto hará que me centre más en los estudios y que pueda hacer que la Navidad se convierta en un simple, neutro, aburrido y largo Periodo de Preparación de Exámenes en el que uno o dos días cenes con la familia (lo único bueno de esta puñetera fiesta, que bien podría hacerse en cualquier otro momento del año y bajo otro contexto). Eso respecto a la chapa que me van a meter unos y otros - y que ya viene metiendo El Corte Inglés desde bien atrás - con la puñetera navidad.

Ahora la gente que quiero. Y empiezo con una promesa. ¿Podríais curarle el pie a Carmen? La pobre criatura tiene un buen calvario a las espaldas, me dice que nadie la respeta en las aceras, como si fueran la M30 en hora punta. ¿Y qué tal si hacéis que el grupo de Kate vaya bien? Seguro que le hace ilusión y le devuelve la ilusión por muchas cosas. ¿Y por qué no habláis con cupido y le decís que deje de hacer el gilipollas cuando dispare las flechas? A gente de mi grupo de Salud Pública y a otros de clase - me incluyo, nunca se sabe - les (nos) vendría bien que el angelito de los cojones apuntase bien y no les (nos) hiciera enamorarse(nos) de personas que no les(nos) convienen/corresponden. A todos esos amigos míos - no voy a dar nombres - que tienen una auténtica paja mental en la cabeza, haced que acaben de correrse de una puñetera vez. Más que nada porque así dejan de hacerse la paja y se les aclaran las ideas. Más cosas: que mi familia siga feliz en mi ausencia. Que todas aquellas personas con las que he compartido alegrías (los de las penas, que les den) más de 15 años, muchas de las cuales han caído en el más estrepitoso de los olvidos, puedan ser felices y encontrar su ruta. Que los más mainstream dejen vivir a los demás según su modelo de vida, y que no intenten imponer su puñetera, estándar y aburrida forma de pensar. Que Zapatero haga bien las cosas de una santa vez. Que Rajoy haga algo (es que el buen hombre se toca los huevos a dos manos). Que los puñeteros políticos, sean del signo que sean, hagan algo de una puta vez por todos los que los votamos. Que Extremadura camine. Que podamos acabar con el hambre y la enfermedad en el mundo. Que como farmacéutico pueda ayudar a mucha gente hoy, mañana y siempre, ojalá en compañía de buenos amigos y del que quiero que sea mi alma gemela (ojalá te conozca pronto, si no te conozco ya). Que este mundo siga caminando hacia el bien y hacia la felicidad de todos.

Y quizás para esto último es conveniente que vayáis cayendo en el olvido.

Os quiso: Dani.

PD: Y como no hagáis lo que os pido os arranco el coño a bocados.

lunes, 18 de octubre de 2010

Freakomics

Mentiras que ganan juicios dan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad
El afán de clasificar cosas que tiene el hombre llevó, en su día, a ordenar la vida en lo que hoy se conoce como taxonomía. De esta manera, diversos autores fueron dividiendo la vida en varios grupos filogenéticos, aquellos que proceden de la divergencia de un mismo punto en la evolución: Protistas, Moneras, Hongos, Plantas y Animales. Esa gana de ordenar las cosas no es exclusiva de la ciencia. En la vida cotidiana tendemos a hacerlo continuamente: los apuntes de Salud Pública, que no se mezclen con los de Tecnología Farmacéutica, no sea que acabemos hablando de estudios de cohortes en los que se investiga la relación entre la ecuación de Hildebrand y el calor molar de disolución del fenobarbital. Los canales de la TDT, según preferencias, pero siempre con la uno en el uno, la sexta en el seis, la autonómica en el siete, y telecirco en el número de la rima. Pero no se limita esta gana nuestra de ordenar el caos a trastos y objetos. También lo hacemos con las personas: feos vS guapos. Altos vS bajos. Listos vS torpes. Ricos vS pobres. Extremeños vS no-Extremeños. Y uno que está ahora muy de moda. Frikis vS gente normal.
Y en el coro de Babel desafina un español: no hay más ley que la ley del tesoro de las minas del Rey Salomón. 
Me voy a centrar en este último binomio. Hoy día abusamos mucho del término friki. Entró en nuestra vida cuando Leonardo Dantés y Tamara-Ámbar-Yurena sacaron aquello del No cambié. Cuando Javier Cárdenas, el que ahora va de santo por las ondas radiofónicas patrias como si no hubiera roto un plato, se paseaba por TeleCirco (dónde si no) con esperpentos como Carmen de Mairena o el gitano aquel de 'Sole, que te meto con el mechero'. En cualquier caso, el término procede del inglés freak, y en tierras británicas lo usan para referirse a gente estrafalaria, extraña. El caso es que la década ha ido avanzando y la palabreja se ha ido haciendo demasiado general. Primero pasó a los informáticos: el que entiende de ordenadores (y encarga a la Conchinchina un muñeco del pingüino Tux, mascota del sistema operativo Linux) es friki. Después a los fans de fenómenos editoriales o audiovisuales varios, tipo Harry Potter o la muy manida y pastelosa saga Crepúsculo. Llega el two-thousand-ten y, a las puertas de la nueva década, cualquier persona que se aparta de la media, del centro de la Campana de Gauss, es friki. 

Y yo parece que lo soy. Lo intuía. No lo atendía mucho. Hasta que en las últimas semanas aumentó la densidad de incidencia del número de casos de gente que me lo llamaba. 'Hala, te has preparado Farmacología en verano... Serás friki...'. O esta otra: 'Jo, ¡ya tienes Office 2010! tu eres muy friki ¿no?'. Y otro ejemplo: 'Te has pasado una tarde entera montando con el Photoshop una foto en la que muestras un conejo de mentirijillas colgado de la rama de un olivo seco... tu eres muy friki'. Y me han llamado friki por 500 cosas. Como paso un poco mucho de lo que la gente me dice, sobre todo si llevan malas intenciones (supongo que en ninguna de las frases que he mencionado hay realmente mala intención, sólo afán de clasificar) no llegué a creérmelo. Mi compañera de piso, Patri, me recomendó hacer un test sobre frikismo, un poco largo, que circula por internet. Mi resultado fue de un 29%, que, aunque bajo, ya te señala como superfriki. El caso es que el otro día terminaba la clase de 'Gestión y Planificación'. Esa en la que te enseñan a dirigir una oficina de farmacia (como si todos los farmacéuticos tuvieramos que acabar detrás de un mostrador ganando pasta como condenados pero condenados a morir de aburrimiento). La profesora explicaba que si los farmacéuticos con farmacia se negaban a mostrar los libros de cuentas, venían los señores malos de Hacienda-somos-todos y te empapelaban de arriba abajo. Y que si el farmacéutico discutía, que se podía ir jodiendo. Por que, según la tía (tiza en mano) existe una ley que dice que in dubio pro fisco (ante la duda, gana la Agencia Tributaria). No sé por qué. Será que me acabo de ver casi de golpe las 6 películas de Harry Potter. En versión original. Será que el acento de Radcliffe y compañía me parece sexy. Pero según escribe la lapidaria y latina frase en la pizarra, me entraron unas irrefrenables ganas de coger un lapiz, levantarme de la silla, apuntarla como si no hubiera mañana, y gritar '¡Expecto Patronum!'. Con acento de Radcliffe y compañía (Expec-chou patgronem). Una gilipollez de tamaño calibre no podía quedarse en mi cerebro, tenía que soltarla. Bajó por las correspondientes vías nerviosas hasta los músculos de mi boca para contárselo a mis compañeros de clase. De cinco que son, cuatro me miraron muy raro, como con mala hostia. Una se rió. Y fue la primera vez que me sentí friki. Y eso que ya he hecho el ridículo en numerosas ocasiones en esa facultad: desde tener que salir corriendo a los cuartos de baño por incontinencia urinaria irrefrenable debida a cistitis (y decirle a la profesora después que me había dado un bajón de azúcar cuando no hacía ni una hora que me había hartado a chuches) hasta decirle a una compañera en voz baja 'ay que nervios, hija' antes de una presentación, oyendo mis lamentos todo el aulario porque es de esas veces que pasa un ángel y calla todo el mundo cuando menos lo necesitas. Y hasta hoy. Van tres días de friki declarado.

Parece una secuencia lógica. Te defines como friki, y te entran unas ganas locas de ir al estreno de la séptima de Harry Potter vestido de Harry Potter y, a ser posible, acompañado de un par de Hermiones (jermaionis, aunque la gente me llame friki por llamarla jermaioni y no ermion) y, s'il fallait le faire, de algún Ron Weasly. O eso, o vas al karaoke y te espetas delante de un montón de gente y, ¿qué cantas?, ¿la tipiquez de '¿Quién es? Soy yo ¿Qué vienes a buscar? A ti. Ya es tarde. ¿Por qué? Por qué ahora soy yo la que quiere estar sin tí*' de los karaokes? Pues no. Subes con cuatro frikis (saludos a Raquel (Lil Mushroom) y a Antonio el chico de Córdoba, y también a Kate - ver foto - y a Mammen Moon, que no quiso salir a cantar) y berreas la sintonía de 'Digimon'. El caso es que retrospectivamente (karaoke) y prospectivamente (posible ida de olla al cine en la forma de Harry Potter), te lo pasas (o imaginas que te lo pasas) de puta madre. Y que me quiten lo frikeado. 




FIG 1: Como si cantar 'Digimon' fuera una obra de arte, Kate y Dani se concentran en destrozarla lo mejor que pueden. A la derecha aparecerían Antonio y Raquel. Por evitarles el mal rato de verse en este blog, se omiten sus imágenes (política de protección). 


Y después de divertirte un rato con amigos y compañeros de piso en el karaoke, piensas lo que ya venías pensando desde que te echaron en cara haber echado algunas horas en verano en adelantar una asignatura: que en esta vida, el friki disfruta. El estándar se pierde cosas. Seguiré yendo a clase con mi carpeta marrón, la de los apuntes, la que tiene una portada para cada asignatura currada a photoshop y con un pokemon bien grande en cada una. Seguiré adelantando apuntes en verano si eso me permite escaparme al cine o al karaoke o a donde me salga de la punta del nabo. Implementaré mis capacidades para el disfraz tantas veces como me de la gana, hasta el punto de quitarle el papel a Roger el de American Dad. Y seguiré cantando por la calle 'El perro, el perro, es mi corazón, el gato, el gato, el gato no es bueno' (Cilantro's song). Y que ladren. Que prefiero ser auténtico a ser un estándar más de la vida, un mainstream (Kate dixit) que escucha lo que escuchan los demás y que hace lo que hacen los demás porque lo hacen los demás. Y mientras que no haga daño a nadie (regla áurea), intentaré seguir haciendo amigos, seguir construyéndome como persona, y buscando mi camino en este mundo hasta dar con todo lo que quiera y dar todo mi cariño a los demás. Y a quien no le guste, que le eche azúcar. 


*Mención especial a Raquel Sánchez, la de la habitación 2, que sugirió la canción de Pimpinela como la cosa más típica de un karaoke. 
**Olvidé mencionar que la carpeta marrón se acompaña de un estuche de Bob Esponja. Y que el estuche de Bob Esponja complementa de miedo con el peluche de Patrick Star que hay encima de mi cama. Y que ando buscando como loco un peluche de Shellos o de Dialga, pokemon de nueva generación. Y que no los encuentro. Y me tienen loco. 

sábado, 25 de septiembre de 2010

Extremadura, paso al frente

Llegaba yo de la facultad, de hacer un trabajo de Farmacología. Tenía hambre, más que un preso a base de pan y agua. Me disponía a poner otro programa más, el enésimo, de Sé lo que hicisteis, a través de la web. Abro Chrome - el browser de moda - y aparece elpaís.com, mi página principal. La segunda de las noticias me saltó inmediatamente a los ojos. Todo porque la palabra 'Extremadura' me salta a los ojos en cuanto la veo. Especialmente cuando estoy lejos de ella. Las demás palabras que acompañaban al nombre de mi tierra me pusieron en la jeta una sonrisa de oreja a oreja. Casi salto de la silla.

EXTREMADURA PROHIBE LOS TOROS EMBOLADOS O ENSOGADOS
http://www.publico.es/espana/338387/junta/extremadura/prohibe/toros/ensogados/embolados/maltrato/animal
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Extremadura/prohibe/toros/atados/embolados/elpepusoc/20100924elpepusoc_8/Tes
http://www.abc.es/20100924/cultura-toros/extremadura-toros-embolados-201009242026.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/24/espana/1285337295.html

Sin duda, un día grande, muy grande, para una Extremadura que, en su duro y largo camino por crecer y modernizarse, ha dado un paso más. Le pese a quien le pese, el ponerle bolas de fuego a un toro en los cuernos para pasar un buen rato es una cabronada de libro. Disfrutar a costa del sufrimiento de un animal es una cabronada de libro. Quedar ciego a un animal asustado por darle forma y color a una borrachera es una cabronada de libro. Y a otro perro con ese hueso de que se extingue el toro: han vivido milenios en libertad o, como las vacas, domesticados como ganado. No creo que vaya a cambiar la cosa por ello si realmente se desea seguir adelante con la existencia del maltrecho símbolo de España. De esto ya he hablado, de las sandeces y chorradas que han salido de boca - o del ano - de algún veterinario carca de que si los animales liberan endorfinas cuando se los maltratan (repito, según esa ley, el tal Jesucristo en el que creen miles de personas lo pasó de miedo cuando lo de la cruz).

Cuando se trata de una noticia que me toca de cerca (e.g. Extremadura), suelo leer los comentarios del fondo. Compruébenlo ustedes mismos: en 90% dan la enhorabuena a la Junta. Siempre hay a quien le parece que la medida es nociva o incluso criminal. Claro, se han quedado sin divertirse en plan cavernícola. Se ven movidos a avanzar, a progresar, a seguir escribiendo con letra cada vez más limpia la Historia. Otros dicen que es una pataleta extremeña ante el hecho de que el Parlamento Catalán haya prohibido los toros y luego dado luz verde a los festejos con toros como los Correbous porque no son para tanto. ¿Quién duda ya de que Cataluña hizo lo que hizo por politiqueo puro? Que oye, si todo lo que hacen para dar la nota es como esto, bienvenido sea. Pero, ¿iba una comunidad autónoma de las más españolitas a tirarse piedras a su propio tejado para joder a Montilla? No lo creo. Espero, eso sí, que al señor Vara le de por seguir avanzando en esta materia en la próxima legislatura. Porque yo lo votaré. Lo dudaba, pero hoy se ha ganado mi voto (por lo de los toros, y porque le doy a su gestión un 7 sobre 10). Prohibido prohibir, claro que sí. Pero un plan de desaparición de la 'Fiesta' (que yo más bien llamaría 'Fieshta') a 10 años vista... no vendría mal. Enga pa'lante, Ehtremaura!

martes, 7 de septiembre de 2010

Ocho de Septiembre


Extremadura es para mí el olor feliz de la infancia,
La limpieza inconfundible de una forma de hablar que me perteneció,
Y que de algún modo todavía me pertenece.

El susurro perdurable de una legión de antepasados que sobreviven en mí.
La hospitalidad antigua de la gente,
El color de los atardeceres inacabables del verano.

El recuerdo perdido de una patria perdida.
Extremadura es, para mí, el mundo.

Javier Cercas


Hoy son mías, y seguramente, de todos los extremeños, las palabras del poeta cacereño Javier Cercas. Extremadura, hoy estás lejos. Pero estás cerca. Y te echo de menos.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Dum vita est, spes est

Confieso que esta - últimos días del verano - es la época del año que más odio. El día empieza a acortarse: ya amanece cada vez más tarde, preparando ya las horas de oscuridad en las que pronto nos levantaremos para ir a trabajar o estudiar. Y atardece más temprano. La gente que vino, se ha ido. Los que se fueron, vuelven. Y pronto los que nos fuimos, volveremos. Vuelve el estrés. Vuelve el Corte Inglés con sus anuncios de libretas y uniformes. Se va el buen tiempo. Y con él tiene ganas de irse la alegría.

Mi situación, como la de otros tantos estudiantes que necesariamente tienen que emigrar para entrar por la puerta de la universidad, es particular. Tenemos dos vidas: una en casa, en la que ha sido nuestra casa toda la vida, donde están tus padres y tus hermanos. Tu familia y tus viejos colegas. Tu perro. Tu campo. Los edificios en los que has hecho (tu) historia. Las calles en las que jugabas de pequeño. La otra, nueva y atractiva, en la que es tu casa por un tiempo. El lugar de transición. Ese donde estarás cinco - equis - años, pero probablemente solo por cinco - equis - años. Una especie de laboratorio donde acabas de ensayar el cómo serás en el mañana, cuando ya, por fin, vueles solo. Así, como esquizofrénicos, vivimos una u otra según toque. No se si a vosotros - si estáis en la misma circunstancias - os pasa, pero cuando estáis viviendo una, os acordáis poco de la otra y viceversa. Quizás sea así como tiene que ser, eso del carpe diem no es mala idea. Sin embargo, para mi hay diferencias severas entre esas dos vidas. La antigua es ahora constante. Estable. A veces demasiado rutinaria. Sabes que todo está bien o está mal, y que seguirá bien o mal por un tiempo muy largo. Te puedes ir a la cama sabiendo lo que pasará mañana o pasado mañana. Es, lo que se dice, una vida tranquila - que no aburrida. Es una vida que necesito, al menos un rato al año. La nueva es cardinal. Inestable. Un día eres completamente feliz, pero siempre hay alguien que te jode el día, y al siguiente eres infeliz. Pero siempre hay alguien que te lo alegra, o encuentras una forma de seguir caminando tu mismo. Y vuelves a estar alegre. Es como una montaña rusa: peligrosa pero excitante. Te quita el sueño, pero te enseña a caminar. La transición de vida a vida es como eso del binomio equinoccio - solsticio, completamente diferente. Bajarse de una montaña rusa siempre es fácil, y más sabiendo que después irás a comer chuches a algún puesto. Igualmente, coger las vacaciones de verano (transición inestable -> estable) es pan comido. Pero al subirse... está ese cosquilleo, mezcla de miedo y atrevimiento. Ya estás atado, y no puedes moverte. Va a empezar el viaje, y nada puedes hacer para pararlo: físicamente se podría viajar al futuro, pero nunca al pasado. Es hora de cargar con la cruz.

Hay años y años. Y este que empiezo ahora, por razones que no voy a contar - quien quiera cotilleo que se ponga Telecirco - no va a ser fácil para mi. O al menos, buena pinta no tiene. Ni en lo académico ni en lo personal. Y, qué queréis que os diga, tengo miedo. Siempre he tenido miedo a los cambios (recuérdese que hago ahora el switch estable -> inestable), y mucha falta de arrojo para asumirlos. Suma a eso el que siempre he sido un poco atípico, el que me ha importado una leche lo que hagan los demás y lo que se lleve y lo que no. Cóctel explosivo. Todo dificultades. Con este fantástico panorama, cualquiera se hubiera echado a una esquina, se hubiera puesto en posición fetal y se hubiera dado la panzada de llorar. Pero eso ya lo hice en su tiempo - cuando las cosas todavía eran quince mil veces peores, valoro lo que tengo - y me dio resultados patéticos. Desastrosos. Tuve que pedir ayuda, y me ayudaron. Es hora de aplicar lo que me enseñaron, y de enseñaros a vosotros lo que aprendí.

No tengáis miedo a modificar vuestra vida. Si una cosa va mal, seguirá yendo mal probablemente si no haces nada por darle la vuelta a la tortilla. ¿Que tienes miedo? Es bueno tenerlo. Siempre que se acompañe de valor. Ser valiente no excluye tener miedo, pero sí rendirse ante él. Este verano, cierto día, tuve que hacer algo de lo que dependía cierta parte de mi vida. Un click de ratón, y todo cambiará. Para bien o para mal, ahí está el riesgo. Ese día me sentí como si tuviera la bomba H entre las manos, cuando solo tenía un ratoncillo negro en el que pone Microsoft. Pero tragué saliva e hice el click. Y alea jacta est. Espero que me salga bien la jugada. Si sale mal, por lo menos lo he intentado, ¿no? Espero que haber cambiado el 'Y si...' por el 'qué es lo peor que podría pasar' no me pase mucha factura.

No seáis conformistas. Eso de mas vale malo conocido es para perdedores. Lo bueno por conocer es bueno, aunque tengas que esperar un tiempo a conocerlo. You know, es mejor que lo malo. Y por regla general, cambiar de una cosa a otra requiere un tiempo en el limbo entre ambas. No seáis negativos. Ir pensando que una cosa no va a salir bien te empujará a no hacer nada por que salga bien. El resultado: no saldrá bien. Quita de tu mente frases como 'lo he hecho fatal' y pon otras como 'mañana lo haré mejor'. Sed buenos. Aplicad la regla áurea. Pero no os dejéis tomar por el pito del sereno. No permitáis que otros se aprovechen en ningún aspecto de vosotros. Haced valer vuestros 'no' cuando 'no' sea 'no' por mucho que tu interlocutor quiera que sea 'sí'. No os dejéis manejar ni pisotear: si alguien se propasa contigo, mándale a tomar el fresco. Sed libres. Y tened en cuenta una cosa: no podemos caerle bien a todo el mundo.

Reíros y haced reír. Solos o acompañados. Alarga la vida, dicen. Qué mejor que un chiste para romper una situación tensa. Qué mejor que la risa para enfrentarse a una situación que nos produce llanto. Libera dopamina en los circuitos de recompensa. Libera endorfinas. Si no tienes con quien reír un día concreto, haz lo que yo: ponte una buena serie de humor. Y ríete. Eso sí: no os riáis de nadie, es de cabrones. Si os tenéis que reír de alguien, que sea de vosotros mismos. No hay nada como reírse de los defectos propios, sube tu autoestima.

Dad por perdido lo que se ha perdido. Decid adiós a quien se ha ido para no volver. Darle muchas vueltas a las cosas marea. Caminar en círculos no es caminar hacia delante. Y luchad. Pelearos a matar por vuestros intereses (no literalmente, cuidado). Levántate cada día con ganas de comerte el mundo, con la idea de que vas a cambiar tu situación si es mala. Imagínate como un soldado medieval. La esperanza es tu caballo, la espada es tu empeño, ten un bonito escudo para protegerte del qué dirán. Y así, no habrá dragón que se os ponga en el camino.

Y aún así, tengo miedo. Se que es rara la alusión religiosa en mí, pero no hay mejor forma de alegorizar esto: veo la cruz. Tengo que cargar con ella. No se si hay cireneos para ayudarme. Ni siquiera se si podré levantarme de mis caídas. Pero como hiciese aquel hombre - siempre que lo que nos cuente la Biblia sea verdad y que de verdad existiese - voy a cogerla. Voy a cargar con ella. Voy a arriesgar. No se si acabaré en el Calvario o en el Jardín del Edén. No se si me pondrán otro poste para que pese más, o si al rozar con el suelo irán saltando astillas y se hará más liviana. No se si encontraré en el camino judíos que me apedreen o alguien que me de agua y me limpie el sudor. Es un misterio lo que hay más allá del Domingo. Pero voy a cogerla, sí. Tengo miedo, pero siempre me han dicho que soy muy valiente y que los tengo bien puestos. Lo prometo. Y espero que en una situación así, sigáis mi humilde consejo. Y hagáis lo mismo que yo.

Ya saben. Donde hay vida, hay esperanza.

PD: Bonita forma de joder una entrada así. Durante los últimos 10 días, desde que publiqué la anterior entrada (malditos 20 segundos) este blog ha sido visitado por más de 150 personas que querían saber si era Malena Alterio la que salía del excusado en el anuncio del laxante 'Fave de Fuca'. Todo porque San Google vio unas cuantas palabras juntas e interpretó que aquí estaba la respuesta. Pues bien. Parece ser que no es. Si el anuncio original plantea sus dudas... estos minutos de 'making of' las resuelven casi por completo (atención al minuto 1:00). Así, por lo menos, el que venga por lo del fave se queda a gusto.

jueves, 19 de agosto de 2010

Malditos 20 segundos...

Era una tranquila mañana de miércoles. De esas de verano, de las que casi no puedes decir la fecha porque has perdido la noción del tiempo. Llego de correr, por el campo, con el ánimo por las nubes después de volver a contemplar, una vez más, el extraordinario paisaje extremeño. Cansado, pero alegre, entro en el cuarto de baño para darme una agradable duchita antes de desayunar. Mientras juego con la esponjinta, todo feliz, a través de la radio de ducha sale el que podría ser sobrino de Iker Jimenez y, con voz de nave del misterio, suelta algo más o menos así:

Cuentan por ahí... que un chico se fue a casa temprano porque tenía que ayudar a su madre con no se qué de unas cortinas... Al poco tiempo, fue visto leyendo las páginas salmón del 'Financial Times'. ¡Vive! Es un mensaje de Bacardi (...)


Me pareció un despropósito como pocos. Y desde hoy, es para mi el peor anuncio de radio, televisión y prensa con el que jamás haya tenido oportunidad de toparme. La empresa en cuestión fuerza literalmente al oyente a ponerse como las Grecas, o de lo contrario es que es la cosa más aburrida del mundo. Y ellos a ganar pasta, que si el personal se destroza el hígado a base de beberse el Bacardi como un biberón, que se jodan. Para mi, que ni bebo ni soy muy dado a la vida nocturna, ha sido un poco humillante. Y para nada me considero - al menos, desde mi punto de vista - una persona aburrida. Es el típico anuncio de tópicos, el típico anuncio que te dice cómo debes ser, qué debes hacer, dónde debes ir para no caer fuera del rebaño. Pero lo que hice yo, a quien lo que haga el común de los 'sociales' se la trae al fresco, fue apagar la radio con la más firme de las decisiones de seguir mi vida como la llevo, de buscar otras formas de divertirme, y de seguir siendo 'Dani, ese rarito de Badajoz'.

20 segundos dan para mucho. Sólo hay que poner la tele. O tener un despertador con radio incluida. Así recibes nada más despertarte el que será el primero de los más de ¡tres mil! impactos publicitarios que te explotarán a lo largo del día en toda la cara. Y es que, ¿quién está a salvo de las garras de los publicistas y sus contratantes? Pues nadie: ¿que te vas a la playa a echar el día? Tranquilo, que ya pasará el avión dándote el teléfono de información al cliente de Isla Mágica, Sevilla. Ni siquiera cuando sales a correr por el campo, donde se supone que solo hay hierbas, árboles y alguna cabra que te mira como raro desde el otro lado de una tapia, te libras del asunto: siempre encuentras un folleto o un paquete de tabaco tirado en los márgenes. Y los hay originales, no te digo que no, pero también hay castañas publicitarias de cuidado. Anuncios de esos que te dan ganas de coger al que lo hizo y darle con la fusta hasta que te canses para después crucificarlo. De escupirle en la cara. Por si fuera poco tener que soportarlos, encima algunos anuncios son poco menos que odiosos. El que he citado ocupa la posición de honor de mi top twelve de anuncios hechos con el ano, la posición cero. En lo que sigue, pagarán los platos de mi ira contra Bacardi otras 12 casas comerciales que han tenido el (dis)gusto de poner en pantalla anuncios que huelen a heces. Empezamos por atrás: comienza el espectáculo.





Y lo hacemos con un absurdo. Una maruja pasada de vueltas se presenta en tu cocina justo cuando tu churumbel se ha esparramado el batido de chocolate por las solapas de la camisa. ¿Y qué trae en la mano? ¿La solución a las guerras? ¿Los planos de la máquina del tiempo? ¡No! Un pote de lejia blanca. Google me dice que la 'inventaron' a finales del siglo XVIII, pero a ella le suda la almeja (se que soy un mal hablado, corregirlo es un propósito para el nuevo curso, lo siento), dice que viene del futuro. Eso sí, aparte de unas maneras que dan ganas de devolverla de una patada allá de donde venga, trae una mala noticia. Muy mala. El Grand Prix permanece en el futuro, y ella es la capitana del equipo azul.







Con aires de triunfo, con himnos de gloria. Cada vez que este chico sale en la tele me entran ganas de pegarle dos tortas y decirle mirándole a los ojos: ¡TU-NO-ERES-EL-VICE-PRE-SI-DEN-TE-DE-COCACOLA! Y así devolverlo a su realidad de adolescente hormonalmente desordenado, esa realidad que nunca debió abandonar. Me calienta la sangre que venga un niñato a venderme la moto dándoselas de listo, fardando y poniendo cara de gilipollas. Con lo bien que hacen las cosas los publicistas de cocacola (le doy una de cal y otra de arena, véase el final del post), se han quedado más a gusto que habiendo defecado (perdón) una sandía. Que no me lo encuentre por la calle.







Es muy machista. Y muy cargante. Y es uno de esos que repiten tanto que aburre. La tia de la chupa de cuero entra a un bar y pregunta por Jacq's (si, por Jacq's. A lo mejor se refería a la cosa de Jacq). Y para aderezar la pregunta, se baja la cremallera. Que sepa que me cae igual que el vicepresidente de Chorrapelada. Ojalá ella - bueno, mejor el/la publicista que le dio vida - se entalle una teta/testículo con la cremallera.







Hubo un tiempo en que, al poner cualquier vídeo de cualquier cadena de TV - cuatroº, laSexta, etc. - por internet, salía la pejiguera esta tocando la batería. Podía haber quedado como un anuncio más, para el olvido, ni bueno ni malo. Pero la extenuante repetición a la que lo sometieron (dividen 'Se lo que hicísteis' en cuatro o cinco pedazos, teniendo que escuchar por cada uno la misma sonata) hace que esta pija sospechosamente parecida a Panky Brewster crecida pero venida a menos me ponga los nervios de punta. No se que tiene este anuncio, pero me da asquete. Juzgad: no es para tanto, pero si lo escuchais diez veces diarias o más me entenderéis.







Aquí hay disparidad de opiniones. Hay auténticos fans de los anuncios que la andaluza Mahou ha dedicado a la copia de Shandy (ambas dos me parecen buenas). Pequeñas pero cansinas pildoras de ingenio e imbecilidad inocente a partes iguales que han tenido un éxito que debo reconocer. Pero a mi algunos de ellos me ponen negro. Especialmente el del concierto de los panes. Es que es una de esas cosas que dices: pero qué original!! Todos tarareamos heavy-metal con la sílaba pan (tendré que preguntar a Kate, que en estos temas seguro que asesora bien)... pues vamos a poner unos panes cantando La Bamba a golpe de bagette! Y para cerrar, un tarado te dice 'Sabe a mixta'. Y te quedas tan a gusto, con cara de subnormal, mirando a la tele. Ves el siguiente anuncio. No lo miras, porque estás dándole vueltas a qué coño significa el de las barras de pan cantaoras. Y habrá a quien se le seque el cerebro tanto que necesitará hidratación. Lo que jodería si fuera a la nevera a por una Shandy...







Me parece que era Evax. Ahh... esos maravillosos anuncios de compresas. Qué ganas tienen las publicistas de hacer algo tan incómodo para las mujeres algo tan... cursi. No sé que les pasa a las mujeres del anuncio: cuando les visita La Roja, en vez de ponerse de mala hostia como la más común de las mortales, se sienten felices y limpias como si el resto del mes no se ducharan. Les sabe la boca a azúcar. Todo les huele a frutitas del bosque. Y en vez de cagarse en el que inventara la menstruación... se ponen a preguntar gilipolleces. ¿A qué huelen las nubes? A coño, no te jode... (Perdón. Mas vale pedir perdón que pedir permiso, dice Jordi Évole) O no se si esa es la analogía que quieren hacer, supongo que no. Pensemos. Las nubes son agua evaporada. Y el agua es incolora, insípida... El agua no huele a nada. Vale, creo que pillo eso de ¿a qué huelen las cosas que no huelen? Es que como no soy mujer no entiendo ciertas cosas. Perdón otra vez. Visto que no encuentro el anuncio en cuestión, dejo una canción seguramente inspirada en el asunto... y un poco asquerosa, para que nos vamos a engañar.







Otro anuncio lleno de tipiqueces... que incluye la típica frase en inglés que nadie sabe que cojones significa pero que suena a molón. Estoy hasta las mismas tochas de ver este show de 20 segundos en televisión. Un tío de plastilina que por falta de hormonas no ha tenido un solo pelo fuera de la cabeza en su vida aparece duchándose en plan macho-man mientras se refriega con la maquinilla. Barba perfecta, cuerpo perfecto. ¿Asocian? Entran unas mujeres por la ventana (¿por qué?), se lo llevan al Área 51 y le ponen un cartel con una frase que toca la moral: ''Illegaly hot styling''. ¿Qué significa esto? ¿Estilo caliente ilegal? ¿Era necesaria la muletilla en inglés - pronunciada en spanglish como ilegali jot estailin - para vender el producto? Será que queda más chachi piruli, pero el anuncio a mi me da grima. Top 6







Y llegamos a la crème de la crème de la publicidad nacional e internacional. Si por crème entendemos algo marrón que no es chocolate (perdón otra vez). Y empezamos a escalar el top 5, con lo último en fitoterapia para irse de vareta. Tiene todos los ingredientes de un thriller psicológico publicitario: una tía feliz, una oficina donde la atracción sexual es manifiesta, una canción pegadiza... y un nombre que te cagas: Fave de fuca. Vale, en fitoterapia estudiamos el fave de sen con fibra, y parece que lo de los faves no es precisamente la contención intestinal. El caso es que sale una tipa increiblemente parecida a Malena Alterio del váter y se pone a bailar el 'fave de fuh-ca, fave de fuh-ca, fave de fuh-ca, fave de fuh-ca tun tun chi tun tun' como si se acabase de quitar un peso de encima. Y el de negro pensará: dios, cómo me ponen las hembras que plantan bien sus pinos. Ganas de ir al baño me entran cuando veo este anuncio... pero no para dar de vientre precisamente.







Seguimos con temas escatológicos. Este anuncio, además, tiene su intrahistoria, ya lo verán. Es el de los niños que bailan con una rana de mentirijillas mientras cantan cosas sobre cómo limpiarse el hojaldre. Fue un anuncio polémico en su tiempo. Todo un éxito, porque se vio que agrandaron la canción en vistas a convertirla en un hit internacional para chavales. Para emular a los Bom Bom Chip. Pero se rumoreó durante mucho tiempo que hubo quejas a la compañía por el obsceno comportamiento de la rana. Os invito a ver el vídeo antes de terminar con esta parte de la entrada:



Bien. El por qué ocupa un puesto tan alto es ya evidente, ¿no? Niños que no saben bien dónde los han llevado sus padres bailan al son de la que perfectamente podría haber sido una canción del verano. La letra no tiene desperdicio: que se refieran al pompis de un niño como limpio, reluciente, sano y sonriente me pone los pelos de punta y me induce ganas de largarme del planeta. Pero falta algo de lo que percatarse, pero no en este vídeo: de hecho, este es corrección del 'enorme' fallo del siguiente:



Atención a los últimos segundos del vídeo (0.18 a 0.19). La rana salta encima del paquete de toallitas, coge una, se limpia, y... ¡TACHÁN! ¡Magic potagic! La toallita desaparece entre sus intestinos y la rana se limita a sonreir y a hacerte un thumbs-up. Sí, amigos y amigas: se ha metido una toallita por el recto. El cambio de este anuncio al anterior, según decían por ahí, parece deberse a quejas levantadas por los padres: el anuncio incitaba a sus peques a insertarse cosas por detrás. Aaaay, la OCU... enemigo natural del publicista. Una joya que merece, por todo ello, el cuarto puesto del top.

Medalla de bronce para el Shake Weight y para todos los anuncios de objetos de teletienda. Internacionalmente conocido y parodiado, sobre este anuncio voy a dejar que dejéis volar la imaginación, qué cuernos. Ejercitar bien los músculos es imprescindible, y si además se hace de una manera tan 'sencilla' y 'agradable'... Pero es que además, da gusto ver cómo otra persona practica el ejercicio delante tuya!! Que viva el deporte libre! El anuncio real, arriba; y debajo, parodia del mismo en el programa estadounidense Saturday Night Live.









La Junta de Andalucía se empeñó en calentarnos la cabeza durante años con este anuncio. Andalucía es un sitio precioso, de punta a cabo, de principio a fin. Pero no juega a su favor que, después de interminables pausas publicitarias, cuelen un anuncio que puede extenderse hasta dos y tres minutos, en el que Andalucía se muestra a cachos y demasiado rápido mientras la Mari la de Chambao chilla una y otra vez eso de 'ieieieieiiiiiii estah túuuuuuuuuuuuuuuuuuuu... túuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu... ieieieieeiiiiiiiii estás tuuuuuuuuuuuuuuu'. Dos años después, y con miles de emisiones a las espaldas, no me extraña que se convirtiese en uno de los anuncios más odiados por todos. Aquí van 30 segundos de esta cargante sinfonía.







¿Quién no recuerda esa repipi sintonía que acompaña a Ambrosio en su agónico caminar con una pirámide de bolas de chocolate que, por increible que parezca, nunca se cae? ¿Quién no recuerda a la estirada - como un chicle - de la guacamaya de la Preysler entrando en su fiesta en la casa de campo? ¿Y cómo aparecen trescientos pijos de detrás de un sofá en cuanto asoma la bandeja? Exagerada imagen del pijerío patrio de manos - de garras - de la mujer del portero del Madrid que acabó representando a España en Eurovisión a golpe de guebah tras romperse una pierna y quedad impedido para el fútbol. Otro anuncio repetido hasta la saciedad, navidad tras navidad. Insoportable. Merecida medalla de oro para el anuncio.





Ñññññññññeeeeeeeeeeec... (Dani hace gesto de ahorcar con las manos) Pero no todo van a ser críticas al sector publicitario. Siempre tienen algún anuncio que nos sorprende, que nos llega. O alguno que nos dice una verdad que desconocíamos. Son pocos, pero desde luego cuando aparecen alegran el día. Para quitarnos el mal sabor de boca de estos trece truños que acabamos de dejar atrás, vamos a ver tres de los que, para mi gusto, son pasables (puesto 3 y 2) y buenos (medalla de oro).





Los anuncios de Ikea suelen ser llamativos. Algunos son enervantes, como ocurría con el de 'eso no se toca, quita, con eso no se juega'. Otros pasables, como el de bienvenido a la república independiente de tu casa. Y otros te abren los ojos. Una frase inteligente aparece en un anuncio cualquiera: no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Quizás algún día desarrolle mi teoría de la felicidad, si bien creo que algo ya he mencionado atrás. El toque argentino, además, le da un cierto aire de distinción al anuncio, sin dejar de mostrar una realidad, la de las miles de familias, todas con distinto poder adquisitivo, que compran la tele de mayor metraje o se tienen que conformar con las de menos pulgadas.







Podían haber ocupado perfectamente cualquier puesto de la lista negra. Pero están en la blanca por el simple hecho de que no se repiten. Han tomado la esencia de la zarzuela, género típicamente madrileño, y lo han parodiado de una forma muy simpática, comunicando claramente lo que la empresa de seguros desea. Muy currados y muy originales, dan ganas de contratar el seguro. Cuando tenga coche - cuando tenga sueldo - cuando tenga trabajo - me lo pensaré.







Coincide con una de las casas más ricas del planeta - The Coca Cola Company - pero quizás no hacía falta mucho dinero para hacer un buen anuncio. Premiados infinitas veces - entre ellos, con varios premios TP - los anuncios navideños de Coca Cola dejan sin palabras. Que aprendan los de Freixenet, que se dejan cada año una pasta gansa en famosos internacionales para hacer anuncios cada vez peores. Enhorabuena al departamento de Márketing de Coca Cola.



miércoles, 11 de agosto de 2010

El camaleón

Preparados, hombros en carga... ¡embestida!

Uno que desayuna viendo las noticias por no ver el programa de Amarosa o porque no hay dibujos animados (malditos sean los directivos de Canal Extremadura: abochornan a la región programando corridas de toros cada dos por tres... y encima me quitan Doraemon de la mañana). Muerdo la tostada mientras una becaria veraniega del CNN+ empieza a hablar del papa. ''El santo padre cobrará entre 6 y 30 € por la asistencia a las misas que oficiará en su visita al Reino Unido''. Dani se escacha de risa, la tostada sale volando tras ser brutalmente masticada. Y es que casi me atraganto: 30 lapos!, me suena un pensamiento mientras mi madre pasea por la cocina y me mira como a un loco que habla solo. Dan paso a la noticia. Puntualizan que el precio variará en función del espectáculo: en las misas corrientes y molientes la entrada queda a 6 lapos. Vamos, a precio de circo: ¡Pasen y vean! ¡El hombre al cual devoró un león y escapó indemne sabe dios como! ¡Y el que fue frito a la parrilla y llora lágrimas de fuego (aka perseidas) cada 13 de Agosto! ¡Y al domador de dragones que jamás existió! Los 30 euros son para el evento VIP: la fiesta del que, probablamente, sea el primer santo homosexual canonizado a sabiendas de que lo era. Vamos, que a la Iglesia le hace falta money para seguir caminando, y si Hannah Marranah cobra, ¿por qué el Papa no? Se confirma lo que dicen las malas lenguas: el Catolicismo decae. Se impone el Estado de Bienestar y la regla áurea frente al miedo, la sumisión, las historias acojonantemente sangrientas y los santos que nunca existieron. La confianza en uno mismo sube puestos frente al juntar las manos y dejar que caiga la suerte de una divina teja. Cada vez son más los padres que esperan a que sus hijos tengan dos dedos de frente para ver dónde se meten en lugar de dejar que los compren con trajes estrambóticos, fiestas egocéntricas y demás parafernalia catecumenal. El número de asistentes a las misas cae poco a poco año tras año. Y al pavo no se le ocurre otra cosa que cobrar por asistir. Yo que no voy ni pagando...

Pero vamos. Que no se achiquen los católicos que lean esto. Mis respetos hacia ellos, aunque parezca otra cosa. La Iglesia todavía tiene una oportunidad: cambiar de chaqueta. Hacer el camaleón. Lo lleva haciendo desde que empezó: primero, oposición frontal a los romanos; después, avanzaron de la mano juntitos hasta el final del Imperio. Primero, connivencia total con los grandes estamentos y las clases ociosas. Después, apego a la burguesía. Primero, apoyan dictaduras. Luego, apoyan democracias. Históricamente han demostrado que, cuando se les ha puesto fea la cosa, han modificado sus creencias, o las han reinterpretado al gusto para que encajen con el curso de los acontecimientos. ¿Veremos pronto a Rouco Varela casando a dos hombres o a dos mujeres? ¿Suprimirán el infierno como ya han hecho con el purgatorio? Nuestros abuelos a lo mejor no lo ven. De si lo ven nuestros padres ya dudo yo algo más.

Y entretanto, haciendo el capullo. Frenando a la ciencia. Sembrando incultura. Engordando a expensas de los flacuchos. Dándole una patadita en el hoppo a tropecientos judíos porque se aburrían. Quemando 'brujas' y ejerciendo el Santo Oficio. No hay más que estudiar una carrera de ciencias en la que, en alguna de las asignaturas, se cuente la historia de la disciplina a trabajar. Farmacología y close friends: auge con Dioscórides, Hipócrates o Galeno. Buen trabajo árabe desde España. ¿Y cuando la cristiandad se hace con Europa? Negro hueco lleno de guerras, hambre, plagas e injusticia. Cero ciencia. Hasta el renacimiento, cuando la Europa culta empieza a pasar del culo de la Iglesia y hace lo que debe. Y ¡boom!, la ciencia se desarrolla como una planta bien regada.

Cuesta creer que un libro tipo 'El Señor de los Anillos' haya sido tantas veces y tan mal interpretado, hasta el punto de hacer naufragar cien veces a la humanidad en su avance. Pero lo dicho: va pasando. Y me temo dos cosas. La primera es que cambien de rama y de color, haciendo una vez más el camaleón para sobrevivir en un entorno cada vez más hostil para ellos. Que cambien el meter las narices en politica, como vienen haciendo (Guatemala) por el ponerse la enésima máscara y volver a engatusar a la población (Guatepeor). La segunda... que otras religiones utilicen el vacío religioso y empiecen a comer cabezas. Reconozcámoslo. Somos débiles y necesitamos algo en lo que creer.

Going are the days. Veremos lo que pasa. Por ahora, si tienes 30 €, no te des un caprichito, no los dones a una ONG. Paga la entrada (digo... el 'kit del peregrino') de la misa, que así hacen caja para el próximo mantón de oro de la Virgen del Rocío. No sea que salga a la calle poco tapada y coja frío.

viernes, 23 de julio de 2010

Haciendo 'istoria'

Domingo. 11 de Julio de 2010. Ocho y media de la tarde.

Un país entero - dos, realmente - se paraliza delante del televisor. El tubo catódico - ahora, plasmático - nos tiene agarrados por las pelotas. No se escapan del embrujo ni los que, como yo, vemos el fútbol con indiferencia. Comienza el España - Holanda. En juego... no sabría decirlo. Para empezar, una copa de oro. Que después se queda la FIFA, cambiándola por otra de chapa. Y para terminar... ¿honor? ¿el ver al otro ''humillado''? El tiempo avanza. Pasan las diez de la noche y la pelota baila de lado a lado de un prado de césped artificial. Se pegan, se echan al suelo, se escupen, se ponen a caer del burro... y la pelota baila de lado a lado de un prado de césped artificial. 90 minutos y nada. La agonía se prolonga - para el que agonice. Un servidor se levanta del sofá y se pone algo de cenar. Yo mañana salgo a correr, como esto no acabe pronto me voy a la cama, mama. Lo digo como si me fuera a ir a dormir a las 11 o cosa así, sabiendo que en cuanto acabe de oscilar la pelota me iré a jugar a la consola hasta por lo menos la 1 (Pokemon volvió del pasado y me hizo un ataque mordedura-de-culo. Ahora tengo un pingüino al que le puse Emperador, una especie de gastrópodo al que puse Babas, un par de bichos con dedicatoria, uno para Kate Lennon - un Pichu - y otro para su amiga Raquel - un Wooper que cacé en un safari - y otros tantos... y no vean como me lo paso). Entre pitos y flautas, vuelven a jugar. Tras otro agónico (...) ratito, un chavalín de apellido Iniesta hace saltar de alegría a los españoles. La copa del mundo se viene a casa.

Estos son los hechos. Como no quiero prolongarme mucho (no porque tenga que irme de safari otra vez, sino porque tengo sueño y mañana, como siempre, ''madrugo'' para ir a correr) vamos a pasar directamente a las conclusiones.

PRIMERA: Una cosa que hace TAN feliz a TANTA gente no puede ser mala. Un entretenimiento en el cual no se hace daño a nadie y en el que se supone que se enseñan valores de competitividad sana (fair play) y a tener espíritu de superación, desde luego, no puede ser criticado así como así. Y lo mismo puede decirse del baloncesto - cuyo mundial se acerca - o de las olimpiadas, o de cualquier otro deporte, vaya. Dan una lección de vida, al menos en el campo de lo teórico, que no se puede despreciar.

SEGUNDA: Complementa a la primera. Cuando las cosas pasan del agrado al fanatismo, dejan de tener su gracia. Para muchos, el fútbol es poco menos que una religión. A uno de los que patean la pelota... o bueno, de los que la agarran, lo llaman San Iker. Y la pasada la vivimos como si de una Semana Santa un tanto pasada de rosca se tratase. Primero, procesión. Y ya quisiera Rouco Varela y su pandilla de curas que a la Virgen de la Almudena o a la del Rocío o a la del CD (lo digo por lo de los CD vírgenes, chiste malo) la siguiese tantísima gente. Después, exposición de la reliquia al público. Y ya quisiera Rouco Varela y su pandilla de curas que pasase tanta gente a besarle los pies a una estatua de madera (e.g. Cristo de Medinaceli). Y ahora, sobeteo real por aquí. Y después, toqueteo presidencial por allá. Y para acabar, Espe, Gallardón, y todo el que se ponga a meterle mano a la chapa. Si yo fuera esa copa, ya me habría suicidado tirándome del atril donde la tienen puesta. Y como colofón, sermón a cargo del Santo Padre Pepe Reina. ¿Es que no había un puto bozal para ponerle a ese hombre en la boca? ¿De qué zoo se lo han dejado escapar? ¿Qué clase de fármaco potencialmente peligroso y extraído de sabe dios qué planta del Trópico de Capricornio se ha fumado? Gracias doy a Emperador y a Babas de haberme tenido entretenido durante el show, porque sino me corto las dos orejas yo y le corto el rabo a él. Me puso de muy mala hostia, que quieren que le diga...

Y claro, pasamos de una alegría agradable a un trastorno obsesivo-compulsivo-colectivo-nacional. Los chinos agotando su stock de banderas, los ayuntamientos preparando fondos para los destrozos, y todas las televisiones emitiendo en directo cómo un pulpo se comía un mejillón. Ya era surrealista y pesado, hasta para el que disfruta del fútbol (para que mi padre diga que ya estaba bien...). Ver los informativos de Cuatroº, la cadena que se nos atelecinca en breve, daba asco, pena y vergüenza. Cuanto lameculeo, si le presentan a Manolito Lama (aka el follamendigos) una ensalada de mierda depuesta por el combinado español al completo, se la come, se relame y chupa el plato hasta dejar a los señores de Fairy a la altura del betún.

TERCERO: Ni que hubieran descubierto una vacuna contra el SIDA o el remedio definitivo contra el cáncer. Ni que hubieran sacado adelante a doce hijos, sin trabajo y en tiempos de crisis. Ni que se hubieran sobrepuesto a un maltratador. Ni que hubieran salvado una vida. Ni que hubieran sido liberados tras un secuestro terrorista. Ni que hubieran superado una terrible depresión. El concepto de héroe se ha usado estos días muy a la ligera. ¡Aquí vienen los héroes del país! decían unos y otros la tarde del Lunes 12. Y si nos ponemos a pensar, lo único que han hecho es colar una pelota entre dos postes para que se estrelle contra una red. Vale, le han dado una alegría a muchos españoles, que se han olvidado por un día o dos de la crisis. Habrán cohesionado el Estado Español hasta el punto de que en el País Vasco y en Cataluña hubiera una explosión de trapos rojos y amarillos. Le habrán hecho el favor de su vida a ZP (por qué no habrá mundial a diario, dirá el pobre hombre), a Marrano Rajoy y al resto de ineficientes que nos gobiernan. Pero el ronrón tres días son. Y la gente ha vuelto a enfrentarse cara a cara con la crisis, los nacionalistas siguen dando la vara y los políticos siguen soltando bobadas e insultándose en el sitio que representa la democracia del país. Eso sí, esta gente se ha llevado un excelente sueldo y 100,000 € por cabeza adicionales. Y tres pedos para los parados. En conclusión: para mí un héroe es una persona que ha perdido a su familia en un accidente de tráfico y lucha con todas sus fuerzas para reponerse de tal golpe. Un héroe es el que tiene una enfermedad maligna y lo da todo por seguir viviendo. Una heroína, la mujer que lucha ferozmente por escapar de los golpes de un maltratador. O el grupo de científicos que se acerca un poquito más a un remedio contra las pandemias del siglo XXI. Y no un grupo de tíos que le dan pataditas a un balón, y menos si tienen la soberbia de uno de ellos - Piqué - que escupió como si fuera una llama andina a no se quién en el autobús de la procesión. Lo dicho, alegría permanente para ellos, pasajera para los demás.

CUARTO: TeleCirco convierte en mierda todo lo que toca. No veo mucho la tele - El Intermedio, Shin Chan, Bob Esponja, Los Simpson, Padre de Familia, a veces Sé lo que Hicisteis, Entre Fantasmas, Medium, Dinosaurios y poco más - pero odio este canal con todas mis ganas. Terminada la corrida, se ponen a autopromocionarse, en plan hemos dado suerte al deporte español, vednos. Como si el mundial fuera made-in-TeleCirco. Y luego les sale la jugada redonda: beso espontáneo - muy simpático, todo hay que decirlo, a fin de cuentas son personas como otras cualquiera... y si Casillas llevaba 4 semanas sin zumbarse a la novia... - entre portero y periodista. Son los reyes del morbo, y encima lo dicho, les salen las cosas sin pedirlas. Y no se cortaron: estuvieron barajando la exclusividad del vídeo de manera que le pagaran un pastizal otras cadenas por emitirlo. Hemos tragado - bueno, se habrán tragado - de todo: Sálvame especial mundial (sin duda, la gente que más sabe de Techi y Chochi y Puchi y la prima del que quedó sexto en el noveno GH es la que más sabe de fútbol), Belén esteban aka el loro harto de alpiste en la portada del Don Balón, Paco Gonzalez amordazado a una silla soltando bobadas para la web de Telecirco, el morbo de la Carbonero (robo a LaSexta + novia de casillas)... Asco, vergüenza, desprecio, tedio y vómito es lo que me produce este montón de mierda y todos sus programas, desde Mujeres y Hombres y BicepsBerzas (que decía una chica que conocí por Salamanca este año) hasta Gran Marrano. Si fuera presidente, los prohibía. De su página de autobombo y de crítica a otras cadenas (telemanía.es) ni hablamos ya...

En resumidas cuentas, me llamaréis bienquedista, pero yo prefiero llamarme aristoteliano: la única conclusión que saqué de su infumable (para mí que no entiendo de filosofía) Ética a Nicómaco fue que en el término medio está la virtud. Y vale, han ganado una competición internacional, y como compatriotas nuestros tenemos que alegrarnos. Pero de ahí a llamarles héroes, a ahogarse en piscinas por forzar unas vallas para celebrar la gesta en remojo,  o a interrumpir la programación de todas las cadenas nacionales para emitir el PulpoTarot...

Por suerte, life goes on...