sábado, 18 de junio de 2011

Dieciocho de Junio, fin del VIII semestre

                 Cierran actas de calificación en unas horas y aún me quedan tres asignaturas por saber. Dos de ellas prometen mucho, pero me harán aguantar hasta el final, incluso más allá del cierre de actas. Otra la dejé, no tuve tiempo, tengo que superarla el 29, también prometo. No creo que haya problema. Las otras tres son Notables. No va mal la cosa. En la calle huele a verano, no sé si me entienden. Ese olor a aire limpio, no removido, fresco a esta hora de la mañana. En la agenda de mi ordenador pone bien claro que hoy acaba el semestre y casi el curso. Vuelvo a casa, y se que mi presente está allí, aun teniendo que echar cinco días más en esta habitación. No asimilo que ha llegado el verano, que vuelvo a estar de vacaciones. Y a ello quizás contribuye el hecho de que, por culpa de los apuntes de farmacogenética (que no querían venirse de vacaciones conmigo), he perdido el bus. A esperar otras tres horas.

                Han sido nueve meses completos. Han estado llenos de altos y bajos, de amor y odio, de días excelentes y otros de pesadilla. Nueve meses en los que he llevado a cabo, con gran éxito, un plan para darle un pequeño y agradable giro a mi vida, un plan que tracé en verano y que, bien seguido, me ha llevado donde quería con el menor número de efectos secundarios para mí y para algunos y con un gran efecto terapéutico para mí y para muchos. He corregido errores del pasado que me pesaban en el alma desde principios de carrera y, lo que es muy importante, los he corregido de frente, sin escabullirme del daño. Me he sacado de encima a un par de personas que no me han querido más que mal y que estaban sin duda de más en mi vida, y a las que sin embargo deseo lo mejor (que puedan tener dadas sus difíciles características) en su existencia. He mantenido el tipo ante el curso más difícil y laborioso de la carrera, y mi media se mantiene casi intacta. Estoy en paz conmigo mismo, lo cual vale millones a sabiendas de que muchos quieren verme infeliz.

                No soy mucho de expresar lo que siento, no soy mucho de hablar de mi vida a pesar de mi casi total transparencia. Pero creo que debo dar las gracias a un par de personas. Empiezo por la Viagra: sabes levantármelo todo cuando más decaído estoy, y has demostrado estar a mi lado cuando más lo necesito, incluso cuando me van a cortar el pelo. Espero que me escribas mucho este verano y que pronto sellemos una matrícula juntitos. Gracias por iluminarlo todo. Gracias también a la otra miembro del L2, la que me ayudó a dar el salto de lado a lado, alguien que dice que lucía pero que debe seguir luciendo porque vale millones y es una gran persona. Sabes que estaremos aquí para lo que necesites, al otro lado del teléfono o de la red social. Y sabes que te quiero un montonazo.

                Gracias también al valenciano. Estás majareta, lo sabes, lo sé y lo sabemos. Pero sabes también que te vamos a echar muchísimo de menos, y especialmente yo: hoy día no se encuentra con facilidad gente con la bondad, las ganas de apuntarse a un bombardeo y el amplio registro de conversaciones que tienes tú, me has entretenido mogollón y creo que quinto será más aburrido y silencioso sin tu presencia y tus discusiones en dúo Pimpinela en la mesa de atrás. Y también a la otra miembro del citado dúo, la amante de los microorganismos, gracias por abrirte a nosotros y por quejarte conmigo, siempre alivia tener a alguien con quien gruñir sobre la carrera, y lo dicho, espero verte el año que viene en nuestro grupo de seminarios y, si te sobra un ratito, cógete el coche que te invito a un café en San Vicente.

                Gracias al que yo siempre he llamado ‘el grupo de Fer’. Gracias a la asturiana de los ojos bonitos, a la que todavía le estoy buscando defectos pero no los encuentro. Con esa simpatía sería capaz de animar sin problemas el más oscuro funeral. Me lo he pasado genial estos días, y de ellos siempre nos quedarán unas fantásticas fotos con un contraste genial violeta – verde. Gracias a mi compañero de caballería el día de las fiestas de Farmacia, una persona con una inocencia y una bondad que no conocen límite y que están en los días de hoy en claro peligro de extinción. Gracias al que casi hace un Mariano Rajoy en Second Life, eres protagonista de uno de los errores he llevado queriendo corregir desde segundo (mea culpa). Gracias también al ‘prefe’ del loco, ojalá sean viables los planes que hablábamos ayer. Espero que os vaya genial cuando lleguen los italianos de nuevo a vuestra vida, que no hayan cambiado mucho y tal, y espero también veros en quinto.

                Gracias a la chica que todos los días me trae un poquito de un país que me encanta (Portugal) a mi vida universitaria y a mi Facebook. Gracias a mis viejos compañeros de mesa, en especial a la rubita pequeñaja, que aunque diga que la he abandonado sabe que en el fondo no es así y que estoy aquí para lo que haga falta. Gracias a todos los compañeros de clase que conocía o he conocido este año, por hacer más llevadero el Vía Crucis. Fuera de las aulas, gracias a Kate por aguantarme de todo. A la gallega trabajadora de los ojos verdes y que hizo una gala que ya la quisieran en TVE. A María y a todo el resto del Tabea’s team (Tabea incluida en la distancia), porque me habéis demostrado que hay sociedad fuera de la facultad. Y gracias también a mi compi de carreras de los domingos (y los martes, los jueves...) por dar rienda suelta a uno de mis mayores placeres, la conversación, y enseñarme lo mucho que vale un traductor/interpretador.

                Gracias a todos los que, en cuatro años, me habéis devuelto la fe en mí mismo y en la humanidad, la que había perdido en el instituto. Espero seguir contando en mayor o menor medida con vosotros en Septiembre para cerrar entre todos con muy buen pie esta etapa y prepararnos unos a otros para la que llega con toda la ilusión del mundo. De mi parte, para vosotros, una Matrícula de Honor. Y un fuerte abrazo.

PD: Hoy tocaba esto, próximamente se me ocurrirá algún temilla para comentar…

7 comentarios:

Lady Nemo dijo...

Aguantarte de todo? Venga ya! Tú has tenido que soportarme mucho más, desde chapas sobre las musas del metal hasta desahogos terroristas... En fin, sólo es una forma de decir que yo también te agradezco haber estado allí todo el tiempo :)

Un beso!

Unknown dijo...

de nada marta!!! un placer todo y lo sabes n.n!!

Anónimo dijo...

hola, mi apellido tambie´n en Briegas y además Rollano, desciendo de San Vicente.

Anónimo dijo...

Te deseo suerte en tus exámenes finales.

Unknown dijo...

Hola Briegas - Rollano! No me extraña que desciendas de San Vicente, primero que nada porque el apellido que tenemos en común es rarísimo en España, no llega a 450 el número de personas que lo tenemos como primer apellido y en mayor o menor medida casi todos tienen que ver con San Vicente... y Rollano también es muy conocido por aquí! Muchas gracias por pasarte por aquí tocayo de apellido, un abrazo!

Anónimo dijo...

bueno no me has dicho que tal acabastes el curso espero que bien y pronto a currar lo malo es lo caro que cuesta poner una farmacia y ya no te digo lo dificil que es hacerse con una.
No sé si vives en Sanvi,yo voy por allí de vez en cuando aunque en realidad menos de lo que me gustaria.Un abrazo.Briegas-Rollano

Unknown dijo...

Jeje sí que vivo en San Vicente, pero solo por vacaciones, el resto lo echo en Salamanca... y a partir del fin de carrera, previsto para Julio de 2012 (sí que acabé bien el curso n.n), no se dónde acabaré, desde luego en una farmacia no, por precio y porque no pienso condenar mi vida y mis conocimientos a estar detrás de un mostrador en sabe dios qué pueblo aislado por un puñado de euros... Y si no te convence tu número de visitas al pueblo... auméntalas!! venir aquí nunca viene mal, te lo digo yo!!