domingo, 30 de diciembre de 2007

¿Quién manipula a quién?

Que nadie piense que, por haber dejado la religión, despido odio hacia todos aquellos que la profesan. Pero hay gente que ni vive ni deja vivir.

Como ya cité, dijo el Papa - con mayúsculas lo escribo para que las personas que mantengan la creencia de que este señor es Dios en la Tierra no se sientan ofendidas - hace unas semanas que los ateos eran la peste del mundo, los causantes de un conflicto tan importante como la Segunda Guerra Mundial. Esto, procedente de una institución religiosa que, según sus seguidores, se caracteriza por el respeto a todos los seres humanos que pueblan la Tierra, y el amor a todos y cada uno de ellos. Ese día, parece ser, que el respeto por Marx y sus seguidores; y por los ateos del mundo, por aquellos que creyeron en una religión y salieron desengañados de la misma como alma que lleva el diablo - expresión muy propia para el tema que se trata, - brilló, en definitivas cuentas, por su ausencia. Al parecer, hay que tragar lo que dice la Iglesia. Mantienen posturas que parecen querer a toda la humanidad sometida, arrodillada ante una escayola. O lo que es peor, ante otro ser humano.

Y es que, para mí, el Papa no es más que otro ser humano, marcado por una ideología concreta, tan válida o despreciable como pueda serlo el Marxismo - con mayúsculas, con respeto para el que lo valore - o como cualquier otra. Una ideología que se basa, como cito, en el respeto a los demás y en el amor de Dios a todos sus hijos. Un Dios al que ponen como misericordioso... pero si tan misericordioso es, ¿cómo se explica que exista el infierno? Acaso porque Dios no es capaz de salvar a los malvados (que desgraciadamente sí que existen), de convencerles, de llevarlos a su terreno. En ese caso, ¿por qué dicen que es totipotente? La teoría se hace añicos por todos lados. Por todos: si consideramos que, más allá de la muerte, si hay algo, no puede haber dolor físico ya que el cuerpo se queda, el sistema nervioso se queda, los receptores sensitivos se quedan (polvo eres...). Si consideramos la gran cantidad de pruebas de que el ser humano desciende del primate, y el primate y todos los animales lo hacen de las primeras y unicelulares formas de vida que allá algún día poblaran la Tierra después de producirse todas las condiciones necesarias para ello (basta con interesarse, abrir la mente y comprarse libros al respecto); y la completa falta de existencia de pruebas que apunten a que procedemos todos de un hombre y de una mujer llamados Adán y Eva, que llegaron al mundo después de que los árboles, los ríos, los mares, la Tierra, todo, apareciera por arte de magia. Quizás sea porque todo ello es un cuento. Es como si, sin pruebas aparentes, tuvieramos que empezar a creer en Santa Abuelita de Caperucita Roja, que devorada fue por un lobo en la Edad Moderna cuando dormía en su casa del bosque. O como si dieramos por supuesta la existencia de unas judías mágicas por las que, también en la época del apogeo del mundo del cuento, subió Juan a un castillo celestial en busca de la gallina de los huevos de oro. Todo así porque sí. ¿O me puede decir alguien, con total demostrabilidad, la diferencia existente entre Caperucita Roja, Juan y las judías mágicas y La Biblia? Libros escritos en diferentes épocas de la Historia... Todos basados en el mundo real, pero, a fin de cuentas, de ficción.

Dejemos este tema, que da para mucho, para más entradas del futuro. Conste en acta, antes de decir nada, que no pretendo faltar al respeto a nadie que crea en la Biblia. Los entiendo, porque fui uno. Los comprendo. Repito, como dije en la entrada ya linkeada atrás, que creo que la religión es fruto del miedo a la vida y la muerte. Y nunca me reiría de nadie que tiene miedo: porque lo he tenido yo, y porque lo tengo. Pero dejemos el tema para otros posts, que la actualidad manda hoy:

elpais.com
ROUCO DICE QUE LA LEY DE ESPAÑA VA POR DETRÁS DE LOS DERECHOS HUMANOS
cifra de asistentes según este diario: 152.000

elmundo.es
MULTITUDINARIO ACTO EN MADRID EN DEFENSA DE LA FAMILIA CRISTIANA
cifra de asistentes según este diario: 1.500.000

Dejando a un lado el bailoteo de cifras de asistentes según cada medio (¿Cuántas personas caben en un metro cuadrado? Parece ser que la respuesta depende de si en el metro cuadrado hay fachas o progres, y depende de si el que ve es facha o proge) y la evidente manipulación a la que nos someten los medios de comunicación, en su mayoría politizados u orientados según los vientos que mejor soplen, tengo que decir que estos actos me parecen repugnantes. Tanto si se manifiesta esta gente que ha llenado Colón hoy - muchos de ellos cargados de odio sin dueño, simplemente odio - como si lo hacen los homosexuales el día del orgullo gay - cargados muchos de ellos de odio sin dueño, simplemente odio - o los abortistas. No acabamos de darnos cuenta de que tenemos que crear una sociedad en la que cada uno viva como quiera, pero en la que deje vivir. En la que no hay que salir en defensa de nada, ya que la defensa de las cosas no depende de una manifa, sino de uno mismo. Un padre de familia hubiera hecho mejor día para mi si se hubiera quedado en casa cuidando de su hijo y dedicándoles tiempo en estas fechas tan señaladas, en lugar de irse a vociferar insultos contra el gobierno vigente, y por ello contra la democracia. Un homosexual haría mejor día del orgullo gay estando con su pareja en alguna cafetería, demostrándole el amor que siente por el, que en lugar de estar en una cabalgata bastante llamativa (por no decir hortera y de mal gusto y llena de desenfreno, alcohol, y otras irresponsabilidades varias) para demostrar, aunque sea una vez al año, que está orgulloso de ser lo que es (como si no se pudiera demostrar esto día tras día y sin menos atavíos). Esto se ha convertido en un horrible todos contra todos que llena las televisiones y las cabezas de la gente. Seguimos llenos de odio. Y no nos damos cuenta que, cuanto más pasemos de los demás, mejor calidad de vida ganaremos. Si uno es uno mismo todo el año, y es feliz con ello, ¿por qué narices tiene que demostrarlo? ¿Se es más feliz demostrándolo? Mi respuesta es que esto acarrea sólo odio: hoy, de los homosexuales, abortistas y divorciados hacia los católicos, ultrafachas y demás que hubiera allí concentrados. Y a la viceversa en el orgullo gay (no pretendo ofender a los homosexuales que asistan a esta ceremonia anual, pero es que no hay celebraciones tan señaladas de abortistas, divorciados u otros grupos atacados hoy en Colón). Y mientras no nos demos cuenta de ello, seguiremos allanando el terreno a una nueva guerra civil que, de no ser por la televisión, la revista ¡Hola!, el Gran Marrano y ''Se lo que hicisteis'', el Madrid-Barça, la navidad y otros divertimentos propios de la Sociedad del Bienestar y el Consumo, ya se habría desatado (Hoy la gente no está por la labor de salir a dar tiros al vecino, gracias doy efusivamente).

Pero hoy le toca a Rouco. Mis críticas, estimado cura, o arzobispo, o lo que quiera usted ser, van para vuestra merced (ni en pintura se imagine que le trataría así si le tuviera delante). Caballero, ¿Cómo se le ocurre decir que un país donde existe una tasa de libertad tan grande está por detrás de los Derechos Humanos? ¿De donde saca el valor, la osadía, para decir que un lugar como este, convulso y removido por los nacionalismos y el terrorismo, muy variado y pintoresco en cuanto a culturas, pero en el que una niña violada que haya tenido la mala suerte de que el gameto sexual violante haya alcanzado en pleno apogeo uno suyo puede pasar página - o intentarlo - mediante una operación en la que dicho montón de células (por que dudo que sea otra cosa) sea evacuado antes de devenir ser humano? ¿Como puede hablar así de un sitio donde una persona puede demostrar su amor libre y tranquilamente a otra, fijándose más en su alma, en su ser, que en el sexo que lleve escondido en los pantalones, sin riesgo de que venga un encapuchado y le llene de plomo? (otro día hablaremos de mi teoría acerca de que el verdadero amor no está en el sexo [género] de la persona, sino en el alma; y también acerca de otra teoría en la que pienso que el alma no es algo con lo que se nazca, sino que se construye). ¿Cómo puede, señor Rouco-Varela, afirmar que aquí no se cumplen los postulados de la Carta Internacional, si una mujer puede separarse de su marido, que le pega y la maltrata - o viceversa - con facilidades y, con suerte, con final feliz? Y una última pregunta, que dudo que si leyese contestara, ¿Cómo habla usted de manipulación al referirse a una asignatura que muestra la realidad de la sociedad de nuestros días tal y como es, con sus pluses y sus menos, con su multiplicidad y variedad de condiciones sexuales, culturas, religiones y pensamientos; cuando vuesa merced es partidario de imponer a todos los niños, desde su entrada en la escuela pública, que pagan contribuyentes ateos y religiosos, una asignatura en la que se nieguen todas y cada una de las realidades que se salgan del contexto cristiano, ficcional al fin de las cuentas?

Y así sucesivamente. Mis preguntas van para el señor cura, y para usted, amigo lector, sin la más mínima acritud - no hay más ánimo que el de mostrar con total claridad los entresijos de mi entendimiento, aunque parezca que todas las aclaraciones que he citado dentro de los interrogantes, haciendo la pregunta más larga que quizá haya leido, sean para machacar al destinatario. Respóndalas en la sección de comentarios si lo desea y si se ve capaz (yo no me vería). Sea usted católico, ultracatólico, facha, progre, abortista, homosexual, divorciado, o, como en mi caso, una partícula más del universo. Si puede, respóndalas.

Yo, sinceramente, creo que todos merecen un respeto, y que hoy tienen razones para sentirse ofendidos tanto la niña violada (como la persona que no se sienta preparada para tener al hijo y, como dije, antes de que la amalgama de células - ya sea mórula o gástrula - devenga ser humano), como el homosexual que al leer esto tenga, quizás, cerca a su amor verdadero; y la mujer maltratada que rompió sus lazos con el marido. Otros días será al revés, pero hoy es así. Y mientras nos sigamos haciendo daño unos a otros, la cosa irá mal.

Y hablaremos de crispación, claro está.

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